La Rioja

La vendimia trae el ‘baile de los ediles’ en La Rioja

Cuentan los expertos que es en verano cuando la proporción de parejas que deciden poner fin a su relación se dispara. Pasar más tiempo juntos no siempre es sinónimo de disfrute y en ocasiones la cuerda termina por romperse.

En el ámbito de la política el estío parece ser una época ideal para valorar cómo de cargadas están las baterías. Los más entusiastas deciden echar el resto en lo que queda de legislatura, pero también los hay que deciden echarse a un lado y decir “hasta aquí hemos llegado”.

Algo de eso parece estar detrás de la oleada de dimisiones que ha remojado las orillas de algunos ayuntamientos riojanos. Solo así se explica que en Nájera, Lardero y Haro varios concejales hayan caído antes que las hojas de los árboles con la llegada del otoño, por motivos tan distintos como las formaciones en las que militaban.

En la capital del mueble dirá adiós este miércoles uno de los históricos del regionalismo, Enrique Acha, que ha decidido poner fin a su trayectoria como teniente de alcalde “buscando la renovación en Nájera”.

En Lardero, en cambio, la renuncia de Pietro Chesús Alvero viene motivada por un cambio de perspectiva electoral, ya que el concejal se apea del barco de UPyD para buscar un sitio en el consistorio cigüeño a bordo de otras siglas que, por el momento, todavía no ha revelado.

Lío en Haro

El verdadero lío es el protagonizado por Manuel Gasalla en Haro. El edil socialista sorprendía la pasada semana absteniéndose en la votación para designar al alcalde en funciones, Leopoldo García (PR+), como presidente de la Comisión de Economía, Hacienda y Patrimonio. Sucede que el regidor accidental no se presentó a la comisión y la abstención de Gasalla dejó su nombramiento (delegado por la alcaldesa Laura Rivado, de baja por maternidad) en suspenso, pero no es esa la mayor preocupación en el Gobierno jarrero.

Porque la última decisión del concejal ha sido la de dimitir, pero no con efecto inmediato. Como es el responsable de Bienestar Social, Gasalla ha optado por posponer su marcha hasta que concluyan los asuntos de su competencia, como la campaña de temporeros. Eso sí, que no le esperen en el salón de plenos porque el futuro exconcejal ha decidido no volver a participar en ninguna sesión.

Y es aquí donde se produce el verdadero enredo, porque al Gobierno tripartito que conforman PSOE, PR+ y Ganemos Haro no le salen las cuentas. El pleno jarrero se compone de diecisiete concejales y el Ejecutivo cuenta -sin Gasalla y con Rivado de baja- con solo siete (tres del PSOE, tres del PR+ y dos de Ganemos), frente a los ocho de la oposición (siete del PP y Patricia Mateos, que figura en el grupo de los no adscritos).

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