La Rioja

El Día del Vecino roza la madurez y reivindica la importancia de implicarse

La 29 edición del Día del Vecino reúne al futuro del asociacionismo vecinal, que reclama mayor participación

Los vecinos… esos seres que habitan en las viviendas colindantes, en el mismo barrio o en el mismo pueblo. Esas personas que tan pronto te pueden dejar un poco de sal cuando te falta (así era al menos hace no tanto tiempo), como mirar por la mirilla cuando subes por las escaleras. Esa gente que te puede llegar a molestar con algún ruido a horas intempestivas, pero también que te echa una mano si te has quedado sin llaves o que simplemente te da conversación en el ascensor.

Los vecinos, un patrimonio de la sociedad y también una forma de aunar intereses comunes. Y en esta perspectiva es en la que trabaja la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja (AA.VV.), que aglutina a unas 26 asociaciones federadas, tanto de Logroño, como del resto de La Rioja (media docena). Y este sábado han salido a la calle para celebrar su fiesta, el 29 Día del Vecino, organizada por la Federación, con el patrocinio del Ayuntamiento de Logroño y la colaboración de Imagínate.

Así que menos jóvenes, cercanos a la madura treintena, los festejos de vecinales han ocupado la plaza del Ayuntamiento logroñés. “Todos los años son especiales, pero qué duda cabe que el próximo, que será la trigésima será más”, reconoce Julián Herráiz, vicepresidente de la Federación de AA.VV.

En esta ocasión ha habido ciertas novedades: la Copa de la Vendimia de Futbolín Heras Cordón, que ha llenado los portales de la plaza consistorial de mesas de futbolín; dos degustaciones (habitualmente era una) de champiñón o salchichón; y la actuación de Gigantes y Cabezudos, al son de los Gaiteros del Iregua.

“Es verdad que había que hacer una reconversión en esta fiesta, que había cogido un cariz un poco más de público mayor. No digo que le estemos dando un aire más moderno, pero al menos sí más dinámico y más plural en cuanto al tipo de actividades”, apunta Herráiz. Y es que en apenas unos metros se podía hacer manualidades, tejer en la llamada ‘Quedada UKÑ’ (Tejiendo Vecindario), tomar degustaciones, saltar en los hinchables infantiles, deslizarse por el tragantúa o bailar con los gigantes…

Pero no siempre ha sido en estas fechas la fiesta del vecino: “A veces lo hemos hecho en mayo, en otras fechas, también en la plaza del Mercado… Pero si se ve que funciona en estos prolegómenos de San Mateo creo que es un buen momento”, admite el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de La Rioja.

“Se está recobrando la actividad del movimiento vecinal, pero se necesita más apoyo aún”

Y entre tanto, este día, además de ser un buen momento para disfrutar de las actividades lúdicas, también lo es para romper una lanza por el asociacionismo: “El movimiento vecinal es algo que todo el mundo conoce, pero si preguntáramos en la calle a cualquiera de qué barrio es y dónde está la sede de su asociación, la mayoría no sabría decirnos… Es ahí donde tenemos que hacer el foco”, recalca Herráiz.

“Lo que hay que conseguir es que la gente se involucre con su barrio, para entre todos, en la asociación local, y canalizado a través de la federación se puedan reivindicar y tratar los problemas sociales, los de las infraestructuras, etc., que podemos comunicarlo de forma más directa a las instituciones”, subraya el presidente de la federación y añade “cuanto más asociados seamos, más fuerza tendremos”.

La realidad es que se calcula que hoy son 25.000 los asociados en colectivos vecinales en Logroño. “No está mal, pero podríamos ser más”, señala Herráiz y al tiempo que reconoce que es un buen momento de dicho movimiento vecinal. “Esto empezó en los sesenta-setenta con una problemática diferente, más por el hecho de reunirse que por el movimiento social, luego se relajó la implicación, pero ahora es un tiempo en el que impulsado por nuevos miembros en las asociaciones se está recobrando la intensidad, aunque con problemáticas más dirigidas a cuestiones de género, de violencia de género, etc.”.

Así que la plaza del Ayuntamiento ya va preparándose para lo que viene encima justo dentro de siete días: el cohete de San Mateo. Hoy ha sido solo una toma de contacto, un tocar tierra, un soltar las piernas antes del partido clave. En Logroño cada vez huele más a fiestas.

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