Los taxistas riojanos han convocado un paro a partir de las seis de la mañana y hasta la medianoche del martes para sumarse a la reivindicación del colectivo que, a nivel nacional, exige una mayor regulación sobre las licencias VTC (las más populares son las de Uber y Cabify, pero hay otros operadores).
El presidente de los taxistas de Logroño, Javier Vallilengua, ha señalado a NueveCuatroUno que las 169 licencias repartidas por la región (95 de ellas, en la capital) secundarán la huelga, si bien se establecerán servicios mínimos en coordinación con los Ayuntamientos.
“Llevamos nueve años de continuas promesas incumplidas de los Gobiernos centrales y autonómicos, que chocan frontalmente con los Ayuntamientos, porque ellos saben perfectamente la problemática que tenemos e, independientemente de su color político, apoyan al sector y entienden sus reivindicaciones”, apunta Vallilengua.
El representantes de los taxistas de la capital riojana subraya que “la Ley es clara al respecto y dice que tiene que haber una licencia de VTC por cada 30 vehículos de taxi, cuando al final de año habrá una por cada dos en todo el territorio nacional y una por cada licencia de taxi (se espera que en La Rioja ‘entren’ 95 licencias VTC a final de año) en Logroño”, lo cual considera “una locura”.
Problemas de orden público
En sus reivindicaciones, los taxistas entienden que la liberación de las licencias de transporte de pasajeros se traducen en “cuatro problemas de orden público” en la sociedad. Este es su punto de vista:
-“La mayor parte de estas empresas son multinacionales que tributan fuera (Delaware e Irlanda) y causan un perjuicio a la Hacienda española, que pagamos todos”.
-“No tienen tarifas fijas y en momentos de alta demanda las ajustan a su antojo. Cuando no hay trabajo las bajan y oferta, pero cuando hay una demanda muy elevada ponen precios de locura, llegando a cobrar 107 euros por trayectos de 30”.
-“A los conductores de estas empresas les obligan a meter 36 horas extras semanales sin cobrar y a partir de ahí cobran a 2,5 euros la hora de trabajo. Están poniendo a no profesionales al volante y prácticamente los esclavizan”.
-“El servicio público nos obliga a llevar en el vehículo mil distintivos, como si fuéramos un circo, pero ellos pueden ir en un coche negro sin ningún tipo de identificación. Nosotros no podemos cargar en ningún municipio que no sea el nuestro, ellos pueden hacerlo en todo el territorio nacional. Pagamos impuestos por mil sitios y ellos no”.
Además, Javier Vallilengua subraya que “los Ayuntamientos han licitado licencias de taxis por cantidades que nos han obligado a hipotecarnos y a estos conductores se le entregan licencias por 36 euros”. Es por ello que ruega que “la sociedad entienda que esta reivindicación no es contra ellos, a quienes intentamos causar el menor perjuicio posible, sino contra estos problemas de orden público”.
