Rioja Alavesa

La piedra y el viento se ensañan con Rioja Alavesa: “Parecía un huracán”

Los vientos “huracanados” y la piedra se ensañan con los viñedos a los que afectó la helada el año pasado

Es muy pronto para poder desarrollar valoraciones en profundidad. Habrá que esperar hasta principios de semana para que las máquinas puedan acceder al terreno y analizar con detalle los daños ocasionados por la fuerte tormenta que este sábado se ha concentrado en Rioja Alavesa y, particularmente, en Leza, Villabuena y Navaridas, donde se ha registrado una precipitación acumulada de 35 litros.

Sin embargo, las primeras sensaciones de los agricultores no son nada halagüeñas, sino todo lo contrario, en la ‘zona cero’ de las heladas que afectaron de forma severa a la viña el pasado año. “Ha hecho mucho daño; ha caído piedra durante mucho rato pero lo peor ha sido el aire, que se ha sobrado”, explica a NueveCuatroUno un viticultor de la zona, que asegura que por momentos “parecía un huracán”.

“El viento torcía los árboles, las hojas salían volando disparadas y las ramas se han tronchado; esperemos que no estén rotas”, añade, avanzando que los efectos se dejarán notar en la cosecha porque “se ha echado a perder mucha masa foliar”.

Ante esta situación la impotencia es la nota dominante. Otro agricultor de la zona reconoce que “se te caen las lágrimas, porque la labor estaba hecha y esta misma mañana he estado labrando tres parcelas. En una de ellas me ha bajado el agua y se ha salido del río, es exagerado lo que ha llovido y se ha llevado tierra”.

“Hay campos afectados al 100%”

Según uno de los viticultores de Navaridas, entre su municipio y Leza “hay una zona que está afectada al 100%”. “Las heladas dejaron toda la zona arrasada y después de todo el trabajo que hemos tenido este año para formar de nuevo la cepa se te cae el alma al suelo”, añade, subrayando que “los campos estaban inmejorables, preciosos; y la tormenta los ha dejado que da pena verlos”.

El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Fernández, indica que “muchas parcelas están inundadas y vuelve a sobrevolar la amenaza de pudrición, ceniza o mildiu”. “Muchos racimos que se estaban formando están arrasados y da mucha pena porque llevamos tres o cuatro años con problemas de este tipo en la zona”, añade, recordando que  “el Ayuntamiento tiene siempre las puertas abiertas a quien nos necesite y estamos a la espera de que la Diputación valore los daños”.

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