Daniel Guerrero es una de esas personas que da gracias al cielo cada nuevo día que amanece. Lo hace porque a su lado tiene a Isabel, a la que en el hospital de La Paz conocen como la ‘Niña Milagro’ porque fue la primera pequeña en superar una grave leucemia que le fue diagnosticada cuando solo tenía seis meses.
“Gracias a un tratamiento innovador y a un transplante mío logró salir adelante hace cuatro años”, recuerda Daniel, que sintió entonces que tenía una deuda pendiente con los padres que no tuvieron su ‘suerte’ y con aquellos otros que en la actualidad luchan contra el cáncer infantil.
No dudó en calzarse las zapatillas y correr con Isabel la San Silvestre madrileña de 2014. Decidió realizar pruebas deportivas para dar visibilidad a un mensaje fundamental: “El cáncer infantil tiene cura”. Y tan realizado se sintió quemando kilómetros con su pequeña que las pruebas fueron ganando intensidad hasta correr maratones o incluso el II Triatlón de La Rioja, que completó este sábado con un tiempo de poco más de siete horas.
Al cruzar la meta se derrumbó por dos motivos. Sus rodillas se clavaron en el suelo de puro agotamiento. El carro con su hija avanza sin grandes dificultades sobre el asfalto, pero en Logroño “había césped, arena y muchas rampas ‘rompepiernas’; la última vuelta ha sido tremenda”. “Todo ese sufrimiento no representa ni el uno por mil del que pasan esos padres cuando se levantan y no tienen a sus hijos a su lado”, añade.
Pero las lágrimas brotaron de sus ojos por otra causa: “Solo tenía ganas de llegar, ver a mi gente y acordarme de todos los peques que están ‘arriba’ y del sufrimiento que han pasado sus papis”. Uno de esos padres le sorprendió en la meta: “Mi amigo Luis Mari, que es de La Rioja, ha compartido conmigo muchas cosas en La Paz, porque su hijo también estuvo enfermo y falleció hace dos años; no sabía nada nada y me emocionó muchísimo verlo en la llegada”.
Retos solidarios? Aquí tenéis un ejemplo real. @isabelados2 @criscancer @TriLaRioja pic.twitter.com/dwAHHjSwxh
— Alejandro Santamaria (@trientrenos) 16 de junio de 2018
El motor de sus gestas
Físicamente cuesta encontrar una explicación a la capacidad de resistencia de Daniel. El verdadero motor de sus gestas es saber que tanto esfuerzo tiene su recompensa. A través de ‘Isabelados‘ recauda fondos para la fundación Cris Contra el Cáncer (de la que es patrono), que en septiembre pudo poner en marcha una Unidad de Terapias Avanzadas en el hospital de La Paz, valorada en un millón y medio de euros y que ofrece nuevos ensayos clínicos a los pequeños que no responden a los tratamientos convencionales.
“Necesitamos que nos pongan por delante un camino fácil de seguir. Intentamos que mediante aportaciones a un número de cuenta la gente nos pueda ayudar”, explica Daniel, que en apenas dos semanas correrá con otros dos padres la Pilgrim Race -que une Madrid con Santiago de Compostela- “para darle mayor visibilidad a este problema y transmitir que el cáncer infantil tiene cura”.
No hizo podio ni firmó una marca antológica, pero Daniel Guerrero puede presumir a boca llena de ser el verdadero héroe del II Triatlón de La Rioja.
