La Marea Blanca se ha adelantado a las tradicionales bromas del 28 de diciembre, Día de los Inocentes, con un comunicado en el que asegura que “la consejera de Salud y secretaria general del PP, María Martín se ha integrado en el colectivo Marea Blanca por la defensa de la sanidad pública universal y de calidad”.
El irónico comunicado al completo
Martín ha declarado haberse dado cuenta del lamentable estado del sistema sanitario riojano cuando ha visitado a su médico de familia quien le ha diagnosticado un uñero de su pie derecho y le han fijado fecha de intervención para el 30 de febrero de 2021 aunque también, y dada la urgencia de su dolencia, le han ofrecido que la operación se realice en la clínica privada Los Guindos, a cargo por supuesto del dinero público, en el plazo de 48 horas –apercibiéndole de que en caso de negativa a esta opción, pasaría al último puesto de todas las listas de espera y el plazo podría prorrogarse sin límite-.
Indignada, Martín se ha reunido consigo misma para hacerse llegar un dosier con una veintena de reclamaciones entre las que destacan el final de los conciertos con las clínicas privadas, la reversión de los servicios privatizados, el cese del gerente del Hospital de Calahorra o la integración inmediata y con recursos suficientes de la Escuela de Enfermería en la Universidad de La Rioja (la pública, la de todos).
También ha anunciado que iniciará una sentada semanal con los días de asuntos propios que le corresponden ante la puerta de la consejería hasta que ella misma acepte sus demandas. Este acto reivindicativo solamente será interrumpido en caso de que se celebre reunión de la dirección del PP riojano, que no contempla las ausencias por actos reivindicativos en defensa de los derechos sociales.
Tanto el personal de la consejería como altos cargos declaran en privado estar un tanto perplejos por la situación, ya que no saben si deben tratarla en los pasillos como señora consejera o avisar al servicio de seguridad (privado, claro) para desalojarla de las instalaciones.
