Mareos, pérdida de equilibrio, náuseas,… Son los síntomas habituales del vértigo, una patología que no reviste especial gravedad clínica pero que reduce notablemente la calidad de vida en quien lo padece. “Es el típico paciente que va saltando de especialista en especialista, como el traumatólogo, el neurólogo o el internista, y que presenta un resultado normal en las pruebas que se le practican”.
Así lo resume María Begoña González Juez, otorrina responsable la Unidad de Vértigo-Equilibrio en la Clínica Alxen de Logroño. El causante de esta dolencia es la alteración en el funcionamiento del oído interno, el órgano responsable del equilibrio en nuestro organismo y sus tratamientos son altamente eficaces, por lo que su correcto diagnóstico se antoja fundamental.
De eso se encarga esta Unidad de Vértigo-Equilibrio, que “desde que entró en funcionamiento en 2o16 nos propusimos aportar todas las novedades técnicas en materia de diagnóstico y hemos logrado reducir notablemente la duración y los efectos secundarios de las pruebas”, señala González Juez. “Ahora podemos hacer pruebas muy sencillas que tardan en torno a veinte minutos sin producir dolor ni mareos adicionales al paciente”, agrega.
Además, la incorporación de estos avances técnicos y tecnológicos a una unidad clínica especializada en vértigo y equilibrio redunda en que “estos mismos pacientes antes tenían que invertir tiempo y dinero en desplazarse a otras regiones a tratar su patología”.
Pese a que el vértigo no se encuentre entre las patologías más intimidantes, la doctora González Juez señala que “en algunos casos puede llegar a postrarte en la cama con vómitos” y que, en términos generales, “los pacientes pierden calidad de vida porque dejan de hacer deporte, dejan de salir, y en personas de avanzada edad se multiplica el riesgo de sufrir caídas y, como consecuencia, roturas de huesos”.
Los tratamientos
La otorrinolaringóloga especifica que existen tres tipos de tratamientos para las dolencias de vértigo: a través de la medicación, de la cirugía y la rehabilitación. Tal que “la cirugía es el último recurso y está limita a problemas graves en los que el vértigo es el síntoma de una enfermedad más compleja”, la rehabilitación se presenta como la opción común para erradicar los problemas del oído interno.
Para llevarla a cabo, González Juez especifica que “en la unidad contamos con una plataforma de posturografía totalmente novedosa, pues nos permite valorar con mucha precisión el estado del paciente antes y después de someterse al tratamiento”. Además, explica que la rehabilitación “suele durar dos meses y los pacientes tienen que venir a trabajar con nosotros una vez a la semana”.
Perfiles
Entre los perfiles con mayor incidencia de problemas de vértigo y equilibrio, la otorrina detalla que “suelen ser de lo más heterogéneo”. “Es muy habitual padecer vértigo posicional entre las personas jóvenes y de mediana edad” y, además, otras patologías frecuentes “son de tipo crónico, como la enfermedad de Ménière, ictus y problemas degenerativos del órgano auditivo”.
Con todo, González Juez insiste en que “como médicos, la inquietud por mejorar y ofrecer todas las alternativas posibles al paciente forman parte de nuestro ADN”, por lo que “estamos en constante formación y todos los avances los vamos incorporando desde el punto de vista técnico y tecnológico”.
