Hubo un tiempo en el que baloncesto femenino y Lardero fueron sinónimos. Los tiempos en los que un maestro apasionado por el basket, Fermín Andrés Busto, fue capaz de construir desde un modesto colegio de pueblo un equipo de categoría nacional. Encontró la ayuda de una empresa que como ellos miraba más alto, Lanas Stop, y la complicidad de algunos amigos y apasionados del baloncesto para poner a jugar a más de dos centenares de niñas, y no tan niñas, ya no de Lardero, sino de toda la región.
Aquel club de Lardero, gestado en 1977, terminó por desaparecer como desaparecen muchas cosas buenas. Fermín, casi 40 años después, sigue recibiendo homenajes que reconocen aquél esfuerzo -el último en la San Silvestre de Lardero el pasado 31 de diciembre- y en Lardero, ahora, intentan recuperar ese espíritu baloncestístico que tantas alegrías les dio.
Desde hace media docena de años el Lardero Baloncesto trabaja para reconstruir aquella cantera. Ya no son sólo niñas, que los tiempos han cambiado, aunque los equipos ‘mayores’ -alevín, infantil y cadete- son exclusivamente femeninos. Al frente de la aventura una ex-jugadora de aquél Lanas, Marta Elguea, y uno de sus ex-entrenadores, Rubén Marco, ‘Waldo’. Este año han encontrado ayuda fuera del matrimonio, porque los equipos se multiplican, y Pedro Santamaría se ha convertido en el tercero en discordia.
Primero fue en el colegio González-Gallarza. Desde esta temporada es en el CEIP Villa Patro. 100 niños y niñas se reparten en equipos de seis categorías: prebenjamín, benjamín y alevin mixto y alevin, infantil y cadete femenino. La actividad del club se desarrolla de septiembre a mayo y en los últimos cuatro años, además, han organizado un Torneo de minibasket navideño con equipos de La Rioja y de comunidades vecinas.
Cuentan que su único objetivo es la formación de los niños del pueblo de Lardero a través del deporte de la canasta y limitan, en principio, su ámbito al deporte escolar. Aunque no descartan nada de cara al futuro.
La semana pasada se hicieron la foto de familia y sueñan con hacer que en Lardero el baloncesto vuelva a ser tan importante como fue.
[aesop_gallery id=”6262″]
