La Rioja

La edición riojana de ‘El Correo’ echa el cierre el próximo 31 de diciembre

La edición Rioja de El Correo cesará su actividad a partir del próximo 31 de diciembre, tras 56 años de vida en la región, dejando en la calle a seis trabajadores y manteniendo como único empleado a Roberto Rivera, corresponsal en Haro, que formará a partir de ahora una delegación conjunta con Miranda de Ebro.

El periódico que llevaba funcionando con edición propia desde abril de 1960 llegó a tener treinta trabajadores en sus años de esplendor, aunque en la actualidad contaba con una plantilla cada vez más escasa.

El exdelegado hasta hace unos años, Luis Enrique González de Garay, señalaba a RNE que “es un periódico que ha sido referencia en información, contenidos, abrir nuevas fronteras en la información desde la instauración de la democracia en España”. “Quienes hemos trabajado ahí, creo que hemos trabajado de una forma muy libre y muy competente. Cuando se cierra un periódico, siempre es una mala noticia. El hecho de que sea un periódico de estas características es todavía peor”, añadía.

El Grupo Vocento -misma empresa propietaria que Diario La Rioja- adquirió este rotativo en el año 1993, por lo que ambos periódicos comenzaron a llevar la misma información salvo en la sección local y deportes. El hecho de que esta compañía ofreciera dos productos tan similares hacía que se pusiera en cuestión la continuidad del más pequeño, El Correo, por lo que la decisión no ha pillado por sorpresa ni a la plantilla cada vez más diezmada ni a los lectores.

“El Correo pierde diferenciación con La Rioja a partir de entonces porque en los años 80 era diferente desde la portada hasta la contraportada, éramos totalmente distintos, pero ha sido un proceso en el cual ha habido cada vez más informaciones comunes hasta que lo único diferente era la información local e información deportiva local”, explicaba González de Garay.

ASOCIACIÓN DE LA PRENSA

La Asociación de la Prensa de La Rioja ha lamentado en un comunicado la próxima desaparición de la edición Rioja de El Correo tras conocer el anuncio de que cesará su actividad a partir del próximo 31 de diciembre: “Es cierto que ya poco tenían que ver los medios con los que contaba la delegación actual con lo que llegó a ser su redacción a lo largo de sus 56 años de vida. Sin embargo, y a pesar de una complicada última etapa, el periódico ha seguido acudiendo a su cita con los lectores con el rigor y el buen hacer que siempre le han caracterizado”.

“Lamentamos profundamente su cierre porque ello conlleva la desaparición de una de nuestras cabeceras más veteranas (abrió sus puertas en abril de 1960), porque varios compañeros se quedan sin trabajo y porque sin El Correo los lectores pierden el personal enfoque que hacía de sus escasas páginas un fantástico ejemplo profesional de valoración, redacción y edición periodísticas. Una triste noticia para la profesión y para los riojanos”, ha concluido.

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