Cada 30 de junio se cierra un año futbolístico y arranca inmediatamente un nuevo ciclo deportivo. Los clubes están acostumbrados a estos periodos de transición, que pasan de los objetivos cumplidos o inalcanzados a la renovación de deseos para seguir adelante planificando nuevos equipos y retos. Movimientos a los que están más que acostumbrados todos y cada uno de los clubes de fútbol. También el Berceo, que ya piensa en hacer el mejor equipo posible para la Tercera Federación, o para la Liga Nacional juvenil…
Pero de este pasado 30 junio a este 1 de julio, por tanto de la temporada pasada a la actual temporada, se ha producido un cambio significativo en este club de Logroño. Tras 41 años de actividad en sus propias instalaciones deportivas, el Berceo cierra una parte importante de su historia, y la temporada entrante la planifica ya fuera de La Isla. El Berceo cierra un periplo deportivo de cuatro décadas y ya esta temporada no se jugará partido de fútbol alguno en esta instalación deportiva del Berceo, único club riojano con instalaciones deportivas propias hasta que la UD Logroñés estrenara hace algo más de un año su Ciudad Deportiva en Valdegastea.
“Mantendremos una pequeña actividad, para la gestión diaria del club. Pero aquí ya nadie volverá a jugar a fútbol”. Así lo explica Esteban Rubio, presidente de este club con más de 75 años de historia. “Seguimos usando las instalaciones como oficina, pero con una actividad muy reducida, casi mínima”, apunta Rubio, que trabaja junto a su junta directiva para encontrar campos de fútbol para todos los equipos que forman la estructura deportiva de este club. “Así es, tampoco el equipo de Tercera Federación jugará en La Isla”. Por tanto, La Isla, en su uso deportivo, ya es historia.
Futuro incierto
Así que La Isla es una instalación en venta. El club negocia para que alguien se haga cargo de este espacio a orillas del Ebro, en donde ha desarrollado su vida de club el Berceo durante los últimos 41 años. “Estamos negociando, pero no podemos decir nada”. Rubio no quiere dar más detalles. Así que La Isla estrena esta temporada en un periodo de incertidumbre que no ha logrado resolver con éxito, incapaz de sostener económicamente este espacio que dependía de una piscina ahora cerrada, que entró en declive desde que las piscinas privadas en las urbanizaciones de la ciudad pasaran de ser algo excepcional a unas instalaciones más habituales en los pisos de reciente construcción.
Hasta el momento, varias entidades públicas (como el Ayuntamiento de Logroño) y también privadas se han interesado al menos por saber en qué situación se encuentra este espacio. Por ejemplo, tal y como ha podido saber este medio, se ha estudiado la posibilidad de convertirlo en el nuevo centro de recepción de los caravanistas que llegan en este tipo de vehículos hasta Logroño. Ideas que no acaban de cuajar, por lo que La Isla entrará en una especie de letargo a la espera de que alguna entidad le devuelva a la vida.
El motivo es que dichos terrenos propios ya no son sostenibles, tal y como reconoció Rubio el pasado mes de diciembre: “En su momento, estas instalaciones tuvieron su razón de ser, nos han hecho un gran servicio a nuestra institución. Pero hoy en día, con las instalaciones que existe y las urbanizaciones que todas tienen sus piscinas; es evidente que el número de socios ha ido descendiendo”. Una circunstancia que, tal y como el mandatario ha reconocido, hizo que la entidad no pudiera abrir sus piscinas durante el verano pasado. Así seguirá siendo este verano. Los berceístas dejan La Isla, en donde ya no se volverá a jugar a fútbol.
