Ganadería

Lucía Rueda, esquiladora a tijera, difunde con orgullo una dura tarea de sus mayores

Foto: Álvaro Sáinz

Sergio Jiménez Foronda.- La presidenta de la Asociación Cultural Brita de Brieva de Cameros, Lucía Rueda, ha afirmado a EFE que, como joven esquiladora a tijera, difunde con “orgullo” una tradición “importante y dura” que ya no se practica, pero que ha aprendido de sus mayores.

Rueda (Logroño, 2003) exhibe esta técnica a tijera, que en la actualidad se ha sustituido por la máquina esquiladora, durante la XXII Fiesta de la Trashumancia, que se celebra este sábado en Brieva de Cameros. Ha explicado que, a pesar de que no se dedica de forma profesional a esta labor, la ha aprendido para “no perder la tradición”, que le hace estar “más cerca” de quienes convivieron con sus abuelos.

La XXII Fiesta de la Trashumancia tiene como objetivo fundamental “mantener viva esta tradición y servir de homenaje a las personas que, a lo largo del tiempo, dedicaron su vida y su trabajo a la misma y a la conservación de los entornos que hoy se pueden disfrutar”, ha subrayado.

Foto: Álvaro Sáinz

Ha indicado que ha aprendido y difunde cómo esquilar a tijera “por ese arraigo a la tierra y ese sentimiento de orgullo y de enseñar a la gente el trabajo de ser trashumante, que suponía estar durante épocas fuera de casa y, luego, esquilar las ovejas”. El objetivo de exhibir esta labor en la feria es “homenajear las tradiciones delegadas de nuestros abuelos y que las vean desde los más pequeños a los más mayores”, ya que actualmente no se esquila a tijera, ha precisado.

Homenaje a los pastores

“Se homenajea los pastores, que hay pocos en La Rioja, y a esa faceta del esquilador tradicional a tijera, que ya no se hace por una cuestión de tiempo, dado que a tijera, los más rápidos, tardan 10 minutos, y a máquina, unos 2 minutos”, ha especificado. Sobre qué es lo más complicado de esquilar a tijera, Rueda ha señalado que, en su caso, una oveja pueda pesar igual que ella y “lo difícil es colocarla bien porque, una vez que la tienes situada y está tranquila, es mucho más sencillo cortar la lana”.

Ha destacado que “el corte en sí no es difícil, pero tienes que estirar y tensar bien la piel para ver la zona en la que puedes esquilar sin dañar a la oveja”, y el esquilador también tiene que adoptar la postura correcta. “No es lo mismo tener que esquilar una oveja que esquilar varias, que es cuando notamos lo duro que es, por lo que tienes que entender bien la postura y colocarte a la oveja para sufrir lo menos posible de las lumbares”, ha subrayado.

Las nuevas generaciones, para ella, no se dedican a pastorear y esquilar como se hacía en tiempos pasados, pero sí que conoce a personas que viven en la sierra riojana y que, “poco a poco, empiezan a coger el relevo, aunque no tanto como el que se desearía”. “No conozco a mucha gente de mi edad que esquile”, “creo que por eso decidí aprender a hacerlo, para que nadie piense que somos una generación que no está preparada”, ha dicho Rueda, partidaria de que “la gente se anime y no le tenga miedo”.

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