Agricultura

Espergura adelantada: el granizo golpea viñas en Ocón, Tudelilla y Ausejo

El astro no deja de sorprender. Si hace unas semanas las temperaturas bajo cero dejaron en vilo a los viticultores de Rioja, saliendo perjudicados algunos de ellos (si bien no la mayoría), esta semana el tiempo ha sorprendido con una tormenta de granizo que ha hecho mella, especialmente, en los términos de Ocón, Tudelilla, Ausejo y, en menor medida, también en El Villar de Arnedo. El cielo se cerró por completo este miércoles por la tarde y descargó, como siempre, por barrios, aunque la estampa que dejó a su paso esta tormenta parecía más propia de una nevada. Las piedras que protagonizan los suelos de esta zona sobresalían de entre las pelotas de hielo que, si bien no fueron muy grandes, sí cayeron en abundancia.

En la bodega Finca Vistahermosa, término de Ocón aunque lindando con Tudelilla, han pasado la mañana de este jueves recorriendo esos renques que todavía a primeras horas de la jornada continuaban cubiertos de blanco. “Habrá dejado tocadas aproximadamente el 40 por ciento de las viñas, unas más que otras, aunque nunca nos había tocado tan pronto. Algún año a finales de mayo sí había granizado y ahí sí que hizo más daño aún”, indica David Inchaurraga, miembro del equipo de la bodega.

Tienen por delante varios días de evaluaciones a pie de campo para cuantificar esos golpes porque todavía desconocen cómo y cuánto se va a poder recuperar. “Ahora estamos pendientes del seguro, pero los daños se verán en tres o cuatro semanas, cuando se produzca la floración”, apunta.

Viñedo en Finca Vistahermosa, en Ocón, tras el paso de la tormenta de granizo de este miércoles.

En Vistahermosa aún no habían comenzado con la espergura, por lo que ahora tendrán que elegir los brotes entre los que ha dejado ilesos la tormenta: “Íbamos a empezar este jueves o viernes y ya ni siquiera sabemos cuándo lo haremos. Tal vez no sea ni la semana que viene porque todavía tenemos que esperar a que la viña muestre el daño y ver cómo hacemos la espergura. Igual es mejor no tocar nada y esperar a la época de deshojado o, en cambio, empezar dentro de cuatro semanas. Ahora es todo una incógnita, pero en los próximos días habrá que tomar decisiones en función de cómo evolucione la viña”.

Una tormenta que “sí ha venido algo más pronto de lo que es habitual por aquí”, coincide David Bastida, enólogo de Bodegas Ortega Ezquerro, también en Tudelilla. Esta vez, y afortunadamente, ellos han esquivado la piedra, aunque reconoce que “esta zona tiene histórico” de granizadas. “En general no ha hecho mucho daño, excepto en la zona de la entrada al pueblo conocida como El Recuenco, donde sí hizo más avería”, explica.

Viñedo en Ausejo tras el paso de la tormenta de granizo de este miércoles.

No han tenido tanta suerte las viñas de Valdemar en la Finca Marquesado ubicada entre Ausejo y Ocón. “Aquí nos ha golpeado y bien, sobre todo en la parcela La Gargantilla que está más alta. Además, fue una granizada seca, por lo que el daño fue mayor que si hubiera sido con agua”, relata José Ramón, técnico de campo de la bodega de Oyón. Calcula que entre 50 o 60 hectáreas habrán quedado tocadas, lo que equivale a algo menos del 40 por ciento de la superficie de viñedo que tienen en esta zona, aunque con mucha diferencia en el grado de afección.

En una primera ronda por las viñas, ha sentido especial preocupación por un plantado joven del año pasado que ya tenía sus primeros brotes: “Ese lo ha machacado por completo”. En otros puntos se ha topado con yemas saltadas y racimos arrancados, más allá de hojas tiradas. “Costará unos días cuantificar los daños reales de la tormenta, que podrán alargarse a una semana por el tiempo que tenemos estos días porque este jueves por la mañana aún seguían las bolas de granizo. Se ha paralizado el desarrollo de la planta que, sumado al frío que hace, hace que se ralentice todo. Si antes íbamos con una semana de adelanto por esos calores que hicieron, ahora llevamos retraso. Lo único positivo de esto es el cierzo que sopla y que va muy bien a nivel sanitario”, remarca.

Recientemente habían comenzado con las labores de espergura y es precisamente en aquellas viñas donde ya habían pasado a retirar esos brotes donde más daño ha hecho la piedra por estar menos protegidas. “Está claro que esto va a complicar bastante la tarea y tocará hacer una espergura mucho más delicada, pulgar a pulgar”, reconoce el técnico. Aún así, prefiere esperar y ver este escenario con perspectiva para poder evaluar bien la situación y decidir cómo proceder en esta poda en verde.

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