El Rioverde Clavijo viaja a Melilla para disputar su primer encuentro tras quedar descendido matemáticamente de la LEB Oro, por lo que el choque es una prueba al la moral y al estado de ánimo de los riojanos.
Al equipo riojano le queda el papel de ser “juez” de la permanencia, ya que si gana puede complicar el futuro del Melilla, que, en realidad, es el peor equipo de la competición desde hace dos meses y un claro candidato a perder la categoría.
El partido de mañana estaba señalado en rojo en la lucha de la zona baja de la tabla; si se daban resultados lógicos el Clavijo podía aspirar a llegar vivo a las últimas dos semanas se competición con una victoria en Melilla por más de una canasta. Pero los logroñeses fallaron en su partido y ahora es el Melilla el que mira con ilusión la posibilidad de romper su mala dinámica -9 derrotas consecutivas- y así ganar opciones para continuar en la segunda categoría del baloncesto masculino español.
El entrenador del Clavijo, Jenaro Díaz, ha admitido que “tras descender es difícil retomar los ánimos” pero ha recalcado que “no vamos a pasearnos a Melilla, a dejarnos llevar”.
Ha apelado a que sus jugadores “sepan competir” y “den lo mejor de cada uno para aprovechar los partidos que nos quedan” y “demuestren la capacidad que tienen” y además “quiero el trabajo de todos y si no lo dan estoy preparado para separar a los que lo hagan de los que no”.
Espera a un rival “duro”, a pesar de que desde hace más de dos meses no gana, pero “más allá de eso nosotros tenemos que ser nosotros mismos y pelear, aunque a nadie le gusta estar en esta situación”, ha admitido Díaz, que viaja sin Miguel de Pablo, con problemas de espalda.
Díaz, a preguntas de los periodistas, se ha referido a su futuro y ha explicado que su intención es seguir en el Clavijo “todo lo que sea posible” y si no es en este club “estar lo más cerca posible de Logroño” por cuestiones familiares.
Ha afirmado que no ha hablado con el club sobre su situación y ha reconocido que “no es solo lo que yo piense, que es el que tenemos una base importante del equipo que hay que tratar de mantener esté quien esté” pero “hay que ver qué piensa el Clavijo, y si se puede (seguir) bien y si no, estaré muy agradecido”, ha concluido el preparador asturiano.
