El mercado de la electricidad ha experimentado un vertiginoso descenso en los precios, alcanzando mínimos históricos desde el estallido de la crisis en Ucrania. Lo que antes parecía una escalada imparable en los costes eléctricos, con valores cercanos a los 300 euros el megavatio en agosto de 2022, ha dado paso a una realidad completamente distinta. Ahora, en abril de 2024, nos encontramos ante la posibilidad de que el precio del megavatio cierre por debajo de los 10 euros.
Esta montaña rusa energética ha sido provocada por una combinación de factores, desde las tensiones geopolíticas hasta la sobre-oferta de generación eléctrica y la disminución en la demanda. En este contexto de fluctuaciones extremas, empresas como Brener Energy Brokers, con su CEO David García Herce al frente, emergen como aliados estratégicos para las compañías que buscan no solo sobrevivir en este volátil mercado, sino también prosperar y destacar en su competitividad.
-¿Cuál es la situación a día de hoy del mercado eléctrico porque pasamos de arriba abajo?
-Hemos pasado de un agosto de 2022 donde se pagaban 300 euros el megavatio, a un abril del 2024 que a buen seguro se cerrará por debajo de los 10 euros el megavatio. Estamos pasando en poco tiempo de máximos a mínimos históricos. Y esto se produce por la confluencia de diferentes factores. En los últimos cinco años, España ha logrado triplicar la oferta de energía fotovoltaica. Y hemos tenido días de lluvia, viento y sol, esto unido a que el consumo eléctrico nacional sigue bajando y no se recupera desde la pandemia, hace que tengamos el cóctel perfecto. El agua, el viento y el sol son recursos naturales gratuitos que se inyectan en la red eléctrica y tienen esa capacidad de dar precios de oferta que se acerquen a cero sin ningún problema. No solo cero, incluso precios negativos.
-¿Qué impacto tiene esta situación en la factura de luz de los consumidores?
-El impacto es notable y podremos ver en las próximas facturas de marzo, abril y mayo para aquellos consumidores que estén en los contratos adecuados, reducciones de más del 50-60 por ciento con respecto a facturas como las de diciembre o enero pasados. Pero para ello tenemos que saber en que modalidad de contratación nos interesa estar en cada momento.
La factura de la luz, está compuesta por 26 componentes diferentes que aunque no los veamos están dentro de los precios que nos dan. Aunque normalmente vemos aspectos como potencia, consumo e impuestos, existe otra parte que tiene mayor peso en la factura que es variable y que depende de la cotización del mercado. Nuestros clientes reciben un documento detallado que muestra cómo se calcula su factura hora por hora a lo largo del mes y esto es transparencia total. Es importante destacar que en abril, por primera vez, veremos horas en las que el precio será negativo, lo que significa que los consumidores recibirán un reembolso por el consumo durante esas horas. Sin embargo, este reembolso quedará diluido en la factura, ya que existe una parte fija que incluye impuestos y otros conceptos, que impedirán al cliente ver que la eléctrica les devuelve dinero, aunque realmente sí esté pasando y que nuestros clientes sí pueden ver con nuestros informes.
FOTO: Fernando Díaz/ Riojapress.
-¿Cómo deben actuar las empresas riojanas en esta situación?
-Las empresas riojanas deben tener toda la información para actuar de forma estratégica frente a la situación actual del mercado energético. Es crucial entender cómo funcionan los mercados y la composición de las facturas de energía. Brener Energy Brokers, como asesor energético especializado, se encarga de explicar estos aspectos a los clientes para que comprendan mejor sus costos y tomen decisiones con mayor tranquilidad. Además, es importante comprar de manera inteligente en un mercado complejo y diversificado, donde existen numerosas compañías y productos para elegir. Ofrecemos nuestra experiencia y conocimiento para guiar a las empresas en la selección de las mejores opciones de compra de electricidad y gas, ayudándolas a optimizar sus costos y mantener su competitividad en el mercado.
-Visto el panorama de los últimos años, lo más acertado, desde el punto de vista de una empresa, es contar con asesores externos que ayuden en la toda de decisiones en materia energética.
-Yo siempre lo explico de la misma forma, al igual que estamos acostumbrados en las empresas a tener un asesor laboral o fiscal para gestionar algo que requiere de un conocimiento de las leyes y cambios que se producen en estas, cada vez es más fundamental contar con asesores en materia energética que también nos ayuden con uno de los principales costes que tienen las empresas y más con un sector que tiene una regulación estatal pero también una dependencia de mercados que cotizan y que requieren de un seguimiento por personal cualificado que nos ayude a optimizar nuestro coste energético.
-¿Cómo trabajan con las empresas para que efectivamente el ahorra en energía se note en el balance final?
-Con formación e información. Es imprescindible que los clientes conozcan perfectamente las herramientas que existen para controlar el precio de la energía, nos encontramos con un sector empresarial con un profundo desconocimiento de las opciones que tienen para comprar, cuando les explicamos cuales son estas herramientas la verdad es que se sorprenden de que nadie les haya comentado o explicado el verdadero funcionamiento y las posibilidades que ofrece el mercado.
Por otra parte es importantísimo, saber canalizar bien la información. En una sociedad como la actual con tanta información por todos lados, en multitud de ocasiones lo que produce es una autentica desinformación y nerviosismo, es ahí, donde nuestros clientes toman sus decisiones de compra con la información realmente útil y con la tranquilidad con la que se deben tomar ciertas decisiones.
–Esto para las empresas, pero… ¿cómo deben actuar en estos momentos los consumidores domésticos?
-En este caso me gusta siempre diferenciar entre dos tipos de consumidores domésticos, están los que no se preocupan por su contratación eléctrica y por otro lado están los consumidores que miran como ahorrar hasta el último céntimo. En el primer caso recomendaría que estén en la denominada “tarifa regulada o de último recurso” ya que actualmente es un tipo de contratación más cara pero más estable en el tiempo sin tanta variabilidad y en el segundo caso de los consumidores que buscan el céntimo, ahora mismo debieran estar ya en el mercado libre pero en un precio indexado variable no con un precio fijo.
