La Rioja

“Espero ser la primera de muchas más mujeres en el cuerpo de bomberos”

Laura Benito es la única mujer que ha superado la oposición para formar parte del CEIS Rioja

Laura Benito, en el parque de Haro del CEIS Rioja.

Laura Benito (1997, Alberite) lleva apenas tres semanas enfundándose el traje ignífugo en el Parque de Bomberos de Haro. Su futuro cambió el pasado 23 de noviembre cuando logró llegar a meta en tiempo, y en muy buena forma. Había superado la última prueba de las físicas, la carrera, con la que más sufrió pero también con la que más disfrutó. Fue entonces cuando esta joven riojana se convirtió en la primera mujer en la historia en formar parte de la plantilla del Consorcio para el Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Protección Civil de La Rioja (CEIS-Rioja), con parques en la ciudad jarrera, Arnedo, Calahorra y Nájera.

Pero antes de la victoria tuvo que pelear, y mucho. Benito se planteó por primera vez prepararse para las oposiciones para el cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Logroño cuando acabó el grado universitario en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, hace cuatro años. Ese verano de 2020 empezó una carrera de fondo para sacarse los diferentes carnés que se requieren (camión, tráiler y autobús), a la vez que inició la preparación teórica en una academia y también la física con un entrenador personal. Todo ello compaginándolo con un trabajo en una gasolinera para sufragar los costes, hasta que anunciaron la fecha de oposición a Bombero – conductor en el Ayuntamiento de Logroño (en junio de 2023) y se centró plenamente en su meta.

Consiguió el aprobado en el teórico y el psicotécnico, pero no hubo tanta suerte con la prueba de la carrera de 3.000 metros. “No entré a tiempo, pero sabía que había peleado hasta el final y tenía que seguir intentándolo”, relata. Y ahí estaba su próximo objetivo, apenas a dos meses: la oposición a bombero conductor para el CEIS-Rioja. El 31 de octubre encontró su nombre en la lista de aprobados del examen teórico. Su objetivo estaba cerca. Sólo quedaban las físicas y, si las pasaba, entraría en el curso de formación previo a constituirse ya como bombera.

Bien dicta el dicho que “quien la sigue, la consigue”. Así que Benito, tras ese mes de formación en diferentes disciplinas, se constituyó oficialmente como la primera mujer bombera de la comunidad. “Desde siempre he tenido el sentimiento de querer ayudar a la gente y que mejor que trabajar en algo que te llene y te haga sentir bien. Es cierto que hasta hace pocos años se ha entendido esta profesión como un trabajo para hombres, y quizás lo veíamos como algo inalcanzable, así que con este paso espero ser la primera de muchas más mujeres que se vayan incorporando al cuerpo de bomberos”.

Laura Benito, durante su primera intervención en el incendio de una vivienda en ruinas.

La carrera de fondo, sin embargo, continúa en busca de la plaza. “He aprobado esta oposición del CEIS Rioja, pero todavía me queda camino por recorrer hasta conseguir la plaza. Así que no me desvío de mis objetivos que siguen siendo la preparación física y el estudio para la siguiente oposición, con la diferencia de que ahora puedo aprender e ir adquiriendo conocimientos con las experiencias y aportaciones de mis compañeros. Todo para conseguir ser una buena profesional y poder dar el mejor servicio a la sociedad”.

El pasado lunes realizó su primera intervención en un incendio de una casa que estaba en ruinas, por lo que no hubo que practicar rescates. Primera experiencia real, un paso para adentrarse entre las llamas y el humo que le ha servido a esta joven para corroborar que su sueño, por fin, se ha cumplido. “Creo que la meta a alcanzar ha sido la motivación que me ha llevado a seguir esforzándome y no pensar en tirar la toalla. El sacrificio que supone preparar la oposición es importante, por eso hay que tener vocación, disciplina y constancia”.

El proceso no ha sido fácil. Episodios de ansiedad y de estrés que somatizaba con dolores de cabeza “casi a diario” porque, insiste, hay que estar al cien por cien física y mentalmente: “Creo que lo que más cuesta entender, y quizás en lo que más me he tenido que justificar, es que la oposición a bombero requiere de muchas horas de estudio, pero también de una preparación física importante, teniendo en cuenta que para rendir en los entrenamientos hay que cuidar la alimentación y respetar las horas de descanso. Por eso he tenido que privarme muchas veces de cenas, fiestas y actividades físicas fuera de mis entrenamientos por no correr el riesgo de lesionarme”.

Todo un proceso de desafíos, pero con un sinfín de apoyos que no le han dejado desviarse de su propósito. Especialmente, el apoyo de de sus padres y su hermano, pero también el de su entrenador “por su profesionalidad y capacidad de conseguir que superase el bloqueo que tenía por determinadas pruebas”, así como el de los bomberos que han confiado en ella y le han incitado a seguir en los peores momentos.

Desde la incorporación al cuerpo de esta primera mujer se han sucedido varias reclamaciones por parte de los sindicatos aludiendo a la falta de adaptación de los diferentes parques que conforman el Consorcio riojano para habilitar los vestuarios y duchas y separarlos por sexo. “Yo acabo de incorporarme y desconozco los plazos para la adaptación de los parques, así como las condiciones que tienen que cumplir. Lo que sí corroboro y apoyo es lo que han dicho los representantes sindicales respecto a este tema”, se limita a valorar.

Prefiere centrarse en todo lo bueno que le ha traído esta nueva experiencia profesional, y personal. Rompiendo barreras, sí, pero estrechando más lazos que nunca a su vez. “De lo que sí puedo hablar es del trato que he recibido de todos mis compañeros desde el primer día. Me han hecho sentir que soy una más en el cuerpo, ayudándome en todo, con facilidades y enseñándome mucho. Sobre todo, mi cabo, con el que llevo poco tiempo, pero que ha conseguido sacar lo mejor de mí”. Benito es consciente de que esta profesión depende de un buen trabajo en equipo, donde “lo más importante es la actitud con la que afrontas la intervención, sabiendo que cada uno va a aportar lo mejor de sí mismo”. Acaba cada guardia y ya quiere volver al parque de bomberos. Su aventura ha comenzado y espera que “esta motivación por aprender y ser cada día mejor no termine nunca”.

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