El primer fin de semana de abril se preveía más caluroso de lo normal para estas fechas, con máximas que podían acercarse a los 30 grados a causa de la llegada de esa masa de aire africana muy cálida. Pero las previsiones se han quedado en tiros al aire. La Rioja ha llegado este sábado tan solo a los 24,3 grados de máxima registrados en Aldeanueva de Ebro, que tampoco está nada mal para esta época del año.
Cerca de esos 24 se han quedado otras localidades de La Rioja Baja como Rincón de Soto (23,9 grados), Quel (23,8), Alfaro (23,6), mientras que en el otro extremo sorprenden también los termómetros que han tenido en Villar de Torre (23,8) y SAnto Domingo de la Calzada (23,7). La capital se ha quedado con unas máximas de 21 grados, al igual que en Haro, donde han llegado a los 21,3.
Más allá de estas temperaturas más propias del verano que de la primavera, la mirada de los transehúntes también se ha posado en el cielo a expensas de que esa lluvia de barro anunciada no llegara finalmente. Aunque la calima se palpa en el ambiente, las precipitaciones no se han dejado ver durante este sábado.
Para este domingo, de hecho, es muy probable que las máximas no superen los 22 o 23 grados en la región. Eso sí, lo que persistirá durante esta póxima jornada serán los cielos encapotados con esa misma calima como protagonista, incluso con probabilidad de que se escape alguna gota que otra.
