Tras una nueva reunión con el administrador concursal, los empleados de la firma Plaza Chica de Cervera se han acogido a un ERTE a la espera de que haya alguna empresa que llegue algún comprador tal y como pasó con la factoría de Alfaro después de que el pasado mes de diciembre la Guardia Civil iniciase una investigación y detuviese a cuatro personas -dos hombres y dos mujeres- como responsables de varios delitos vinculados con la comercialización irregular de conservas de atún.
Así, trabajadores y administrador concursal acordaban un ERTE de dos meses que se pondría en marcha a lo largo del mes de abril y que duraría hasta el próximo 31 de mayo a la espera de que alguien se hiciese con la firma y garantizar así el empleo de 49 trabajadores. Después de esa fecha los trabajadores pasarían a un ERE y a la extinción de los contratos.
La posible compra de la factoría es el objetivo final de este ERTE. Una situación final de máxima importancia en la zona teniendo en cuenta la despoblación de la sierra riojabajeña y la falta de empleo en la zona que daría solución a estas casi cincuenta familias.
De momento, los empleados de Alfaro ya han recibido los atrasos que se les debía del acuerdo con la empresa al que llegaron el pasado verano y la nómina de febrero, y esperan cobrar la de marzo a través del administrador concursal.
Plaza Chica contaba con dos factorías en La Rioja. La de Alfaro, que se vio en las mismas circunstancias que ésta, fue adquirida por el grupo gallego Cerdimar y ya se encuentra trabajando a pleno rendimiento.
