La SD Logroñés ha logrado un insuficiente empate ante el Real Unión (1-1), después de adelantarse mediante Salado y perder la ventaja tras un error defensivo. Con diez jugadores desde el minuto 55, los blanquirrojos han aguantado e incluso, han tenido oportunidades para vencer, incluso en inferioridad. Buena actitud, pero solo 26 puntos en la tabla y momentáneamente, a cuatro puntos de una salvación que cada día se les complica más. Desánimo en las gradas, con bastante menos de un millar de aficionados muy decepcionados por la temporada. Al inicio del partido se ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de Javier Márquez.
Por primera vez en varias semanas, la SD Logroñés ha embocado su primera ocasión. Aprovechando las dudas locales, el conjunto vasco ha dispuesto de hasta tres acercamientos muy claros, incluido un disparo al poste de Antón Escobar. Sin embargo, los blanquirrojos se han repuesto de la mejor manera posible, al ver puerta en su primera acción clara. Dani Garrido ha botado una falta muy lejana y Salado, mediante un testarazo picado, ha superado a Charlie Pérez para colocar el 1-0 a los veinte minutos y dar oxígeno a un equipo que implora alegrías. Sin embargo, mantener la ventaja durante todo el encuentro les ha resultado imposible.
☄️ ¡Es el remate de cabeza definitivo! PICADO y con bote… ¡ !
⚽️ Marca @AntonioSalado97. Se adelanta la @SDLogrones en Las Gaunas.
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— Primera Federación (@Primera_RFEF) March 23, 2024
Un alivio momentáneo para Larrazabal, quien se jugaba su cargo como entrenador en caso de derrota, como ya dejó caer el nuevo gerente Javier Gómez. El vizcaíno se ha blindado atrás, con un 5-3-2 transmutado a 3-5-2 en la ofensiva. Paredes y Cova, especialmente el venezolano, se han incorporado al ataque con frecuencia. Por dentro, Castellano y Salado se han fajado a trabajar en sala de máquinas, con un Dani Garrido más libre. Por último, la ofensiva ha quedado para Ferni y Jordi Escobar. Con la única baja de Manny, el banquillo se ha llenado hasta con doce suplentes. Ninguna excusa posible en cuanto a una enfermería vacía en las últimas semanas.
Gol en contra, mano a mano marrado y expulsión
Sin embargo, el mazazo ha llegado tras vestuarios. Apenas un minuto después de la reanudación, Solís ha igualado el encuentro tras un remate solo dentro del área. Otro error defensivo de los blanquirrojos, que han perdido varios balones divididos ante un Antón Escobar que ha acabado asistiendo al goleador. El 1-1 ha iniciado una serie de infortunios para unos blanquirrojos que han perdonado el 2-1. Escobar, solo ante la portería rival, ha marrado un mano a mano ante el guardameta Charlie. Del mismo Charlie ha partido un balón largo que ha provocado la expulsión de Paredes. El capitán se ha quedado como último defensor y sobre la frontal, ha derribado al punta.
El triple mazazo del empate, la ocasión fallada y la cartulina roja en contra han golpeado con dureza la piel de un púgil acostumbrado a recibir demasiados golpes. Difícil mantener la compostura ante tal montaña de obstáculos, pero a los locales no les ha quedado otro remedio. Con uno menos desde el minuto 55, Larrazabal ha intentado reestructurar a los suyos con la entrada de Aurtenetxe y Curro, por Castellano y Ferni, respectivamente. Obligada a defenderse ante un Real Unión volcado en busca del triunfo, a la Sociedad no le valía demasiado el empate. Por eso no ha podido permitirse renunciar a la victoria.
Foto: Real Unión
De cara a la recta final, los locales han arriesgado, con la entrada de Conejero y sobre todo, de Óscar Fernández por el central Ezkurdia. Esta vez no ha sido cuestión de actitud, pues los blanquirrojos y especialmente Escobar, se han entregado físicamente. Ovación de los asistentes hacia el ’17’, sustituido por Schmerböck. Con más corazón que con cabeza, la SD Logroñés ha acabado en área rival. Y la ha tenido por dos veces. Primero, Óscar Fernández ha rematado desde veinticinco metros y Charlie ha sacado una gran parada. En la siguiente acción, Murua ha rematado fuera. Ahí ha estado.
No le ha perdido la cara al encuentro una Sociedad, que, sin embargo, sigue muy tocada a falta de nueve jornadas para el final de la competición. La actitud no ha sido mala, pero los resultados siguen sin llegar.
