La Rioja

El GAR llora tres muertes en 2024: la unidad de élite que pasó de luchar contra ETA a perseguir el narco

Tras el atropello de esta madrugada en la AP-4 que ha causado la muerte de dos miembros del Grupo de Acción Rápida (GAR), son ya tres los agentes fallecidos este año de esta unidad de élite de la Guardia Civil, que ha pasado de luchar contra ETA a combatir el narcotráfico en el sur de España, además de participar en misiones internacionales.

Un vehículo articulado embistió pasadas las cuatro de la madrugada a un control de la Guardia Civil en la AP-4, a la altura de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), lo que causó la muerte de seis personas, entre ellas dos agentes del GAR, e hirió a otros tres miembros de esta unidad, uno de ellos muy gravemente.

Eran Eneko Lira Gómez, de 36 años y natural de Barakaldo (Bizkaia) -mañana cumpliría 37-, y el guardia civil Juan Jesús López Álvarez, de 34 años y nacido en EL Ejido (Almería).

Un accidente que se ha producido 40 días después de que una narcolancha embistiera el 9 de febrero en el puerto de Barbate (Cádiz) a una patrullera de la Guardia Civil y matara a dos agentes: David Pérez, de 43 años, natural de Barcelona y perteneciente al GAR, y a Miguel Ángel Gómez, de 39 años y natural de San Fernando, del Grupo de Especialistas en Actividades Subacúaticas (GEAS).

Los dos agentes fallecidos este martes y sus tres compañeros heridos formaban parte de un despliegue de su unidad para combatir el narcotráfico en el sur y estaban realizando un control aleatorio en esa zona de la autopista, en un operativo habitual.

Fuentes del instituto armado han indicado a EFE que los vehículos ocupados por civiles y que también han sido arrollados con el resultado de cuatro muertos, habían sido interceptados de forma aleatoria. Los cinco estaban desplegados en Vitoria, donde el GAR tiene una base y estaban comisionados en Sevilla.

Una unidad creada para combatir a ETA

El GAR está integrado por 450 agentes, fue creado el 1 de febrero de 1978 para luchar contra la banda terrorista ETA y tiene en Logroño su sede, desde donde se coordina la unidad y está el mando. No obstante, agentes de la unidad están desplegados también en Vitoria, San Sebastián y Pamplona.

Una vez que ETA declaró el alto el fuego, el GAR ha ido diversificando su actividad y, de hecho, ya en 2013 quince de sus miembros estaban desplegados en Afganistán y el Líbano en misiones de alto riesgo. Su experiencia antiterrorista les llevó a países como Irak para formar a policías de ese país.

Pero también a formar a fuerzas de seguridad de Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger, Chad y Senegal gracias a un proyecto, el GAR SI-SAHEL, financiado por la Unión Europea.

Desde finales de 2017 y principios de 2018 los agentes de esta unidad de élite participan en lo que primero fue el plan Carteia, puesto en marcha por la Guardia Civil para combatir el narco, y después en el Plan de Seguridad en el Campo de Gibraltar que desde hace unos años lleva a cabo el Ministerio del Interior en seis provincias andaluzas -todas menos Córdoba y Jaén-.

La pérdida el principio de autoridad en la zona obligó a un despliegue de medios de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para recuperarlo y luchar contra el narcotráfico, en un combate que ha dado muy buenos resultados tanto en número de detenidos como en cantidades de droga incautadas.

Los agentes del GAR se despliegan en el sur en comisión de servicio y suelen estar entre 10 y 15 días hasta que son relevados por otros compañeros. Por razones de seguridad, no ofrecen datos del número de efectivos de esa unidad que están en el sur en cada ciclo.

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