La Rioja

El futuro de la presa de Enciso también pasa por el ocio y el turismo

El futuro de la presa de Enciso también pasa por el ocio y el turismo

La estampa desde las inmediaciones es espectacular. Sólo contemplar la infraestructura ya merece una visita a la zona. Tras las pruebas de llenado y vaciado durante más de cinco años, la presa de Enciso comienza ahora a acumular hectómetros cúbicos de agua a la espera de que pueda entrar en un funcionamiento normalizado. Después de más de dos décadas de obra, desde los pueblos del valle se preguntan si además podrá tener un uso turístico que daría a la zona un recurso más para ser visitada.

Una obra de trascendental importancia para el consumo de agua de boca del valle y para el regadío de los cultivos del entorno del Cidacos que también podría tener un enfoque cargado de ocio. Así al menos lo contemplan desde el municipio de Enciso. Su alcalde, José Manuel Valle, está por la labor de trabajar en ello. “Estamos ahora justo en conversaciones con Yanguas para ver si se puede hacer algo de forma conjunta y así no duplicar los posibles servicios”. El municipio soriano, a algo más de 12 kilómetros del riojano, podría estar también interesado en que la zona tenga servicios de ocio aprovechando el agua del embalse.

No es una idea nueva. Ya hace unos años, el anterior alcalde de Enciso, Ricardo Ochoa, del Partido Popular, recibió de manos de Moscaventur (una empresa de turismo de aventura de Arnedo) una propuesta para realizar un entorno lúdico en la zona cuando terminasen las obras. Ese proyecto contemplaba entonces una posible ‘playa’, un embarcadero, plataformas flotantes y cualquier tipo de recreación que no conllevase atracciones a motor debido a que parte del agua del embalse se utilizará posteriormente, y tras pasar por una potabilizadora, en agua de boca para unos 80.000 vecinos de la zona.

Entonces parecía que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) – que tiene la última decisión a la hora de llevar a cabo estas infraestructuras- veía con buenos ojos la iniciativa. La idea consistía en que la mayoría de los servicios estuviesen ubicados en lo que antaño había sido la aldea de Las Ruedas de Enciso. Ahora, el actual alcalde asegura estar mirando posibles ubicaciones. “Estamos abiertos, pero en una fase muy preliminar”.

Para otro de los alcaldes de los municipios cercanos, la idea es buena siempre que se terminen primero los servicios de abastecimiento de agua y regadío. “Creo que el ocio será lo último que llegue a la presa”, comenta Pedro Montalvo, alcalde de Arnedillo, que aún así ve con buenos ojos la llegada de cualquier recurso turístico al valle. “De momento hay que seguir esperando a que se llene, que ahora está casi vacía”.

También esperando a que la presa se vaya llenando están en la empresa de aventura arnedana Moscaventur. El año pasado pudieron hacer diferentes actividades lúdicas aguas abajo debido a la cantidad de agua que desembalsaba la presa en su proceso de vaciado. “Fue muy bien todo el verano. Resultó ser todo un descubrimiento”, comenta Liliana Bretón, de la empresa riojana. Con una sequía profunda en el Iregua, pudieron llevar todas sus aventuras al Cidacos. Sus aguas permitieron realizar dos tipos de actividades relacionadas con las aguas bravas: el canoraft y el river tubing.

Aún no saben qué va a pasar este verano. “La presa ahora está a un veinte por ciento de su llenado total y estamos esperando a ver cómo va. Dentro de un mes podremos ya decir si habrá o no actividades”, comenta Liliana. De momento miran al futuro con la esperanza de que, en cuanto se normalice el uso de la presa, sus clientes puedan volver a recorrer las aguas del Cidacos.

La CHE, habitualmente, también ve con buenos ojos el uso turístico de sus embalses. Los usos lúdicos o recreativos en aguas interiores llevan años creciendo y una de las cuencas en España donde más manifiestan su pujanza es en la del Ebro. Además de las actividades de gran importancia que tienen lugar en los propios ríos (navegación en actividades de aventura aguas bravas, barranquismo), una parte significativa de estos usos de ocio se realizan en los embalses como si fuesen verdaderos lagos artificiales.

En buena parte de los embalses de la cuenca del Ebro se desarrolla algún tipo de actividad relacionada con el ocio. En casi un 85 por ciento de los más de setenta embalses que hay se permite la pesca pero también hay otras actividades habituales como el baño, las zonas de picnic, el piragüismo o la navegación a remo. A estas cifras hay que añadir la actividad más común y ciertamente más numerosa del paseo, ya sea por la coronación de la presa o por el perímetro del embalse y su entorno.

Subir