La mayoría duerme menos de siete horas, utiliza más que otros los dispositivos electrónicos antes de dormir, consume más tabaco, alcohol y otras sustancias estimulantes, además de remedios sin receta para lograr dormir. Así es el sueño de los jóvenes riojanos, según el estudio elaborado por la Fundación Mapfre, y en la que se arrojan datos bastante negativos en lo que se refiere a la cantidad y la calidad del sueño de los más jóvenes de la región.
La encuesta, realizada en toda España y disgregada por comunidades, no deja bien parado el descanso de los jóvenes riojanos. Un estudio en el que se demuestra que la mayoría de los participantes de la franja de edad estudiada (de 18 a 34 años) está retrasando de forma voluntaria el momento de dormir, a pesar de considerar el sueño un aspecto importante de su salud.
La franja horaria más frecuente a la que la población de la muestra se va a la cama los días en los que al día siguiente tiene una ocupación es entre las diez y las once de la noche (31 por ciento), seguida de entre las once y la medianoche (25 por ciento) y entre las nueve y las diez horas (10 por ciento). En los días previos a los festivos, la hora de irse a la cama se retrasa entre una y dos horas.
Sin embargo, al preguntar sobre la hora a la que están listos para dormir (sin ningún otro quehacer), los resultados muestran que existen 44,42 minutos de media de diferencia entre la hora de acostarse y la hora de estar listo para dormir. Un tiempo que en su mayoría dedican a mirar los dispositivos móviles que complican el descanso de estos jóvenes.
Así, La Rioja es la comunidad en la que más jóvenes duermen menos de siete horas de media al día, seguida por Baleares, la Comunidad Valenciana y Asturias. El 41 por ciento de los encuestados han admitido que no llegan a dormir este número de horas de media al día a lo largo de la noche. Y aunque pudiera parecer que lo de la siesta es tradición andaluza, esta falta de horas de sueño hace que sean también los riojanos los que más duermen la siesta junto a los extremeños y frente a los gallegos y los cántabros.
Canarias, Andalucía, Murcia y La Rioja son las comunidades autónomas que más usan los dispositivos electrónicos con pantallas en la cama antes de dormir. Una conducta que tiene dos efectos muy negativos para la salud. Por un lado, obliga a mantener el cerebro activo hasta última hora, lo que impide el descanso, puesto que para conciliar el sueño es necesaria una relajación previa. Por otro lado, la luz que desprende la pantalla del móvil interfiere en la producción de melanina, que es la hormona que facilita el sueño.
Por otro lado, el 37 por ciento de los jóvenes riojanos admiten que son fumadores habituales algo que también provoca problemas en la calidad del sueño, el 62 por ciento de ellos consumen casi a diario refrescos de cola con cafeína y el 35 por ciento bebidas energéticas con cafeína. Esta circunstancia estimula el sistema nervioso central provocando un estado de alerta temporal y reduciendo la somnolencia.
Otro de los factores de incide en la buena calidad del sueño es el consumo de alcohol y los riojanos junto a los vascos y castellano leoneses son los que mayor consumo declaran. Además el 22 por ciento de los jóvenes encuestados reconocen tomar, de forma ocasional, remedios sin receta como ayuda para dormir como la melatonina, preparados de hierbas cannabidiol o doxilamina. Son los que más lo hacen en todo el país.
Preguntados por los efectos de la falta de sueño, además, el 22 por ciento de los jóvenes encuestados aseguran haber tenido algún percance de tráfico relacionado con la falta de sueño y reconocen sus síntomas de insomnio a un problema de salud mental.
