Sucesos

Un grafólogo descarta que el presunto envenenador escribiera la nota suicida de la víctima

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

El grafólogo que analizó las notas encontradas junto al cadáver de un anciano en Logroño ha descartado por completo que el acusado de ser su presunto asesino al envenenarle fuera el autor del escrito y ha afirmado que existe, por su análisis, un “altísimo número de probabilidades” de que lo escribiera la víctima.

La Audiencia Provincial de Logroño ha acogido este viernes la quinta sesión del juicio con jurado que se sigue contra un hombre, de 46 años, al que el fiscal considera presunto autor de haber envenenado al anciano que cuidaba con un líquido desatascador, por lo que pide para él 23 años de cárcel; mientras que la defensa afirma que fue un suicidio y pide la absolución.

La sesión se ha dedicado a la declaración de los últimos peritos llamados por las partes y también se han exhibido algunas pruebas documentales, con la previsión de que la lectura de las conclusiones se produzca el próximo lunes, 11 de marzo.

Entre los peritos ha declarado el policía especialista en grafología que analizó las notas encontradas en la casa donde ocurrió la muerte de este anciano, la noche del 4 al 5 de agosto de 2020.

Una de ellas no era legible, pero, en la otra, presuntamente el anciano daba gracias por los cuidados recibidos por este hombre y lamentaba que sus familiares no hubieran estado pendientes de él, ha explicado.

Además, han declarado dos especialistas del Instituto de Ciencias Forenses, quienes han indicado que el análisis de la sangre de la víctima, de 82 años, reveló que había ingerido pastillas para dormir, “pero, con una concentración prácticamente terapéutica, no era una intoxicación”. Ha asegurado que no tiene información de quién había pautado el medicamento, que requiere receta médica.

Ningún signo de lucha

En la misma línea, una forense del Instituto de Medicina Legal de La Rioja ha explicado que el medicamento que tomó el anciano estaba presente en sangre en un nivel ligeramente superior al terapéutico, aunque “es cierto que el análisis se hace horas después del suceso y tras haberle administrado sueros”, por lo que, “en un momento inicial, esos niveles, quizá, fueran mayores”.

El anciano presentaba quemaduras internas en la garganta, esófago y estómago, compatibles con haber tomado líquido desatascador, ha señalado esta forense, quien ha detallado que esa ingesta se produjo poco después de comer, “quizás, menos de una hora”, ya que le produjo una perforación estomacal por la que salió comida sin deglutir.

Estas lesiones “son compatibles con haber tomado ese líquido de un vaso de forma rápida”, ha explicado, y ha precisado que el cadáver no presentaba signos de lucha.

Subir