Satisfacción en Aitor Larrazabal después de haber logrado su primera victoria en el banquillo de la SD Logroñés. Después de ocho partidos sin ganar, los blanquirrojos han vencido al Arenteiro (1-0). Por lo tanto, el vizcaíno se ha mostrado satisfecho con los suyos: “La mochila tiene unas piedras menos. Llegaba un partido muy complicado, con un Arenteiro con la flecha para arriba, con jugadores desequilibrantes, haciendo las cosas muy bien. Afrontábamos el partido con siete bajas, nada más y nada menos. Le tenemos que dar valor a eso, al hecho de jugar con un chico del Balsamaiso, como Jesús Márquez, que ha dado todo lo que tenía”.
El entrenador ha calificado el partido como “igualado” y el resultado, como “justo. “Sabíamos que si seguíamos con la puerta a cero, íbamos a tener el partido vivo. También el no dejarles correr y transitar rápido. En algunos momentos, nosotros nos hemos puesto en bloque bajo para minimizar lo que hacen bien. Ferni ha hecho un muy buen gol en el primer tiempo y luego con un gran partido de Manny, hemos tenido una ocasión para cerrar el partido”, ha explicado. En ese sentido, espera que el triunfo sea un punto de inflexión: “Esperemos que la victoria sea el golpe que nos hacía falta para tener la confianza necesaria en lo que queda de liga”.
También ha querido valorar la presencia de Dani Garrido, de vuelta tras once jornadas tras su lesión: “El hecho de que el equipo vuelva a recuperarle es un mensaje también para los propios compañeros que están en el campo, ven a un jugador al que les puedes dar el balón, se la queda, la aguanta. Un jugador diferencial en algunos momentos y eso, solo ha jugado cuarenta y cinco minutos”.
Además, también se ha alegrado por el trabajo de sus jugadores: “Desde que hemos llegado, están intentando por activa y por pasiva hacer lo que nosotros pedimos. A veces sale mejor, otras no tan bien. En el primer tiempo, hemos visto acciones donde hay errores incomprensibles y eso es porque los jugadores tienen cierta ansiedad”. Una ansiedad que el triunfo puede ayudar a disipar, tal y como ha demostrado la segunda mitad.
Por último, también ha sorprendido la suplencia de Schmerböck. Larrazabal ha confirmado que estaba lesionado: “Ayer no estaba ni para estar de pie, hoy ha amanecido un poco mejor y nos ha contribuido a poder estar en el banquillo, si era necesario poder sacarlo diez minutos. El hombre estaba con un problema de espalda bastante importante y vamos a ver si lo recuperamos”. La próxima semana se antoja optimista para un técnico que recuperará a Murua y Curro (sancionados) y que cree muy probable contar con Castellano y Luzzi a lo largo de los próximos días.
