Gastronomía

Tiempo de cochinillo asado en La Alameda de Pipaona

“Este finde ya tenemos plan”. La conversación se produce en el Vinos Murillo de Logroño, un local con una clientela muy fiel que gusta de contar sus experiencias gastronómicas mientras echa un vino con una gilda. “Tengo reservado para comernos un buen cochino asado”. Y sin necesidad de dar más detalles, todos se sitúan en Pipaona de Ocón, más concretamente en el restaurante La Alameda, donde llevan diez ediciones desarrollando una de esas iniciativas culinarias que se espera de año en año.

Ya se puede reservar mesa para disfrutar de los lechones riojanos que ponen sobre las mesas los responsables de la Alameda de Pipaona. Hasta el próximo 24 de marzo, todos los fines de semana, los comensales podrán comer el cochinillo asado, especialidad de esta casa, y conocer mejor una zona tan natural como la del valle de Ocón. Entonces, al ir hacia Pipaona, el viajero descubrirá que la primavera está justo a la vuelta de la esquina de su casa. Que por estas lomas, el almendro decora con sus flores blancas y rosas los ribazos, que las encinas aparecen casi desde la puerta de las casas de los vecinos de este valle, y que los pastos ya verdean a pocos kilómetros de la ciudad.

“Es lo que queremos con estas jornadas, que la gente poco a poco vaya conociendo mejor el valle de Ocón”. Blas y Blanca son unos enamorados del entorno en el que viven. Y hace trece inviernos crearon estas jornadas -interrumpidas un par de ediciones por la pandemia- para dinamizar esta zona en meses en los que “habitualmente no se ve mucha gente por aquí”. Por eso, además de un menú especial en su restaurante, los visitantes completan la experiencia con un programa turístico que habitualmente consistía en conocer el molino de viento harinero de Ocón o el trujal de esta zona. “Se trata de enseñar el territorio con unas visitas que se incluyen con el precio del menú”, remarca Blas Sos.

“Pero como por desgracia hay muy poco aceite, este año hemos decidido presentar a los visitantes la diversidad enológica del valle”, indica Blanca Álamos, que además de responsable del restaurante junto a Blas, es guía turística. En esta edición de las Jornadas del Cochinillo en La Alameda se exaltarán los vinos del valle de Ocón con una visita guiada con degustación a la bodega cooperativa San Cosme y San Damián del El Redal y Corera.

El menú del cochinillo

Con esta visita comienza esta experiencia que se concreta en el restaurante de Pipaona. Es entonces cuando llega el festín alrededor de los cochinillos de leche 100% riojanos, tan del gusto de los clientes. El menú -que también se puede degustar, bajo reserva, de martes a viernes aunque sin las visita a la bodega- consiste en paté ecológico del valle Ocón, chorizo ecológico de Luis Gil, salchichón de Mari Pili de Galilea, y queso de los Cameros para abrir el apetito. “Después pasamos a una degustación de pochas con verduritas, queremos que prueben la verdura de la zona”, y luego se pasa al cochinillo, “asado a nuestra manera”. Todo se marida con vinos de la zona incluidos en el precio. El vino elegido es Hoya del Conde y todos los postres son caseros.

“Asado a nuestra manera”, recalca Blas. A su manera es la adecuada para que quede muy crujiente, muy jugoso, y muy desgrasado. “Esto último permite digestiones muy sencillas, nada pesadas, para sentirnos bien después de comer el cochinillo”. En La Alameda se preocupan de todo. Por eso estos cochinillos comienzan a cocinarse 20 horas antes de ser presentados en la mesa. “Hacemos una maceración muy larga con un mojo especial que trabajamos a baja temperatura, aunque el primer golpe es siempre con el fuego muy vivo”. Explica Blas que “la clave es jugar mucho con la temperatura sin olvidar el masaje que le damos a la piel con aceite de oliva virgen extra de Galilea para que rompa bien todas las fibras, lo que luego permite que sea mucho más jugoso”. Y al horno, tres horas y media, como último paso antes de ser presentado ante los comensales.

El festín en un entorno natural único está garantizado como paso previo al inicio de la primavera, que este año coincide con la Semana Santa. “Ya se puede reservar, porque estas jornadas son solo bajo reserva por cuestiones organizativas”, indica Blas, atento al 659 922 075, es el teléfono para contactar el sabor del valle de Ocón con los numerosos visitantes que desde este próximo fin de semana se pondrán las botas en Pipaona.

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