La Cata del Barrio de la Estación 2024, que se celebrará en Haro el próximo 15 de junio, ofrecerá un viaje por el legado de los grandes vinos de Rioja de las bodegas de este entorno histórico, a través de doce marcas emblemáticas que conviven en este mítico enclave. La propuesta vitivinícola convierte a este evento enoturístico de referencia en una celebración de la cultura del vino que atesora el Barrio de la Estación, la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo y origen de los grandes vinos finos de Rioja.
Los participantes de La Cata del Barrio de la Estación 2024 podrán disfrutar a lo largo de la jornada de dos vinos en cada una de las seis bodegas, hasta un total de doce: de CVNE, Imperial Reserva 2019 y Monopole Clásico Reserva 2020; de Bodegas Bilbaínas – Viña Pomal, Viña Pomal Gran Reserva 2015 y La Vicalanda Blanco 2022; de Muga, Torre Muga 2019 y Flor de Muga Rosado 2022; de Gómez Cruzado, Viña Dorana 2017 y Montes Obarenes Magnum 2017; de La Rioja Alta, S.A., Viña Arana Gran Reserva 2016 y Viña Ardanza 2017, y de Bodegas RODA, RODA 2020 y RODA I 2019. A ello se sumará la gastronomía de nombres referentes de la alta cocina riojana y española.
En su quinta edición, y con todas las entradas vendidas, la Cata del Barrio de la Estación de Haro se consolida como emblema del enoturismo de calidad y un encuentro de culto para los aficionados al vino de Rioja, la gastronomía y la cultura. Supone, además, una cita imprescindible para disfrutar de la diversidad de estilos de las seis bodegas prestigiosas referentes del vino español que conviven en el Barrio de la Estación de Haro, reflejo de su compromiso por conservar la esencia de los grandes vinos históricos de Rioja desde el saber hacer, la excelencia y la innovación para evolucionar con los tiempos.
Los vinos seleccionados por las seis bodegas para la Cata del Barrio de la Estación de 2024 despliegan la riqueza del patrimonio vitivinícola de Rioja, desde el respeto al origen, y son expresión de los mejores viñedos donde nacen los vinos de prestigio. Todas ellas son marcas míticas del vino de Rioja, algunas con más de un siglo de historia, vinos caracterizados por la finura, la elegancia, el equilibrio y la longevidad.
Grandes reservas homenaje de los clásicos de Rioja desde una visión actualizada, vinos de esmerado ensamblaje que conjugan tradición y modernidad, blancos de variedades autóctonas con elaboraciones singulares y gran capacidad de guarda podrán ser disfrutados en las bodegas del Barrio de la Estación de Haro. En este enclave en torno a las vías del ferrocarril se impulsó la revolución del vino de Rioja en el siglo XIX, gracias a la capacidad emprendedora de sus elaboradores, a los avances en la viticultura y la enología, y al intercambio de conocimiento y el comercio con Burdeos.
