La intención era haber acudido este martes a la feria de maquinaria agrícola de Zaragoza como medida de presión para conseguir que sus reivindicaciones llegaran a todo el sector, pero desechada la idea, los agricultores de La Rioja Baja, después de una reunión mantenida a primera hora de la mañana en El Recuenco, han decidido seguir con cortes interrumpidos en la N-232.
“Hemos optado por no acudir a la feria. Sin agricultores que vayan a visitarla no hay feria que valga”, explica Adolfo Nájera, una de las caras visibles de las concentraciones independientes de estos días. Así, la opción elegida por todos ha sido mantener la visibilidad de sus protestas en las carreteras. Lo hacen, como este lunes, en dos puntos concretos: a la altura de Las Gemelas, entre Calahorra y Aldeanueva de Ebro, y a la altura del restaurante Zenit, entre Calahorra y El Villar de Arnedo.
“La idea es mantener esa visibilidad intentando hacer el menor daño posible a la población, pero sin dejar de hacernos ver en las carreteras”, comenta. Son cortes puntuales -de 10 o 15 minutos cada uno de ellos- para seguir poniendo a pie de carretera sus problemas. La idea no es otra que la de seguir movilizándose, de una forma u otra, hasta conseguir que sus reivindicaciones lleguen a quienes tienen posibilidad de cambiar las políticas agrarias.
De momento, estos cortes de carretera se ha producido sólo en La Rioja Baja, donde unas 200 personas han participado en los parones interrumpidos en la N-232 con agricultores de Aldeanueva de Ebro, Alfaro y Rincón de Soto especialmente.
Allí se han enterado de que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha convocado a las organizaciones profesionales agrarias, Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), a una reunión en la sede del ministerio este jueves.
“Es un primer paso y estamos satisfechos por ello, pero los sindicatos tienen que tener claro que las decisiones han de tomarse desde el lugar del que ha salido el malestar, que no es otro que de los propios agricultores”, advierte Nájera que exige que “se escuche el clamor del campo riojano en particular y español en general y las OPA los trasladen a las mesas de negociación”.
