El astro

La lluvia que pudo ser y no fue: “Esto no palia la sequía”

Explotación de vacuno en la zona de Anguiano

Había expectativas de que durante este fin de semana se regaran los campos y montes de La Rioja tras semanas de angustiante sequía, pero las precipitaciones, aunque repartidas por la región, no han sido ni de lejos las esperadas entre lo acumulado durante el viernes y el sábado.

Lideran los registros Anguiano, con 40 litros caídos entre esas dos jornadas, y Valdezcaray, que acumuló unos 35 litros, aunque conforme nos dirigimos a las zonas de valle los niveles cambian. Las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología dejan a Alfaro con cerca de 12 litros este fin de semana, agua que en su mayoría cayó el viernes. Mientras, Haro casi rozó los seis litros hasta el sábado; Nájera, los siete litros; Logroño acumula cinco litros entre las dos jornadas y Cenicero, rondando los dos. Así mismo, algunos pluviómetros entre la zona de Ausejo y Ocón marcaban el sábado unos 7 litros después de las precipitaciones recogidas entre el viernes y el sábado.

Prueba de esas lluvias son el lustre que muestran los embalses riojanos este lunes, que ya superan el 70 por ciento de su capacidad tras ganar 2,19 hectómetros cúbicos durante la última semana. Esa borrasca Karlotta que encapotó los cielos por unas horas también devolvió la nieve a Valdezcaray este fin de semana permitiendo reabrir la pista de Principiantes así como dos remontes de los diez que tiene. Nieve que, ante la previsión de mínimas bajo cero en la zona es probable que se mantenga en la estación y que también se ha dejado ver por algunos montes de la comunidad este fin de semana.

Sin embargo, ese agua no es suficiente para los cultivos sembrados, especialmente en aquellos casos en los que la simiente cayó más tarde a la tierra y donde “ahora los brotes apenas levantan una cuarta del suelo”, como describen las gentes del campo y que viene a ser lo que mide un palmo con la mano extendida y abierta.

Tampoco lo es para los animales que pastan por la sierra. Por estas fechas los montes tendrían que estar cubiertos de nieve, y de forma abundante, pero la realidad es que no están recogiendo el agua necesaria para que los pastos crezcan en los próximos meses.

“Las reservas hídricas en la zona no son tan malas porque el invierno ha sido más o menos húmedo y creo que el campo por aquí y en los alrededores está algo mejor incluso que el año pasado. Eso sí, esta humedad es insuficiente y la lluvia de estos días no palia la sequía que hay en la tierra”, sentencia Enrique Serrano, ganadero de vacuno en Anguiano.

Este año más que nunca asegura que está haciendo malabares para lograr salir a flote de esta situación que no hace más que desgastar a un sector que da de comer a la población. “Si no llueve, nos vemos obligados a comprar alimento para mantener a nuestros animales y entonces te topas con que la paja ha triplicado su precio en un año pasando de 50 euros la tonelada a 160 ahora. Y los forrajes, que son incluso más caros, más de lo mismo. La tonelada de alfalfa, por ejemplo, ronda ahora los 220 euros mientras que hace un año estaba a 70 u 80 euros, aproximadamente”.

Así que Serrano está racionando todo lo que puede la alimentación, sin excederse en los costes de la explotación mientras mantiene a los animales para que produzcan. Aunque no es tarea fácil: “Es que con estos precios es imposible. Te das cuenta que lo que entra en casa al final se te va con los pagos, así que los números no salen”.

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