Agricultura

Una marcha lenta por las gentes del campo

Fotos: Leire Díez

Los rotativos han empezado a girar pasadas las cinco de la madrugada de este martes y poco a poco han iluminado una infinita recta de asfalto donde apenas había más vehículos más allá de tractores arrastrando sus remolques, bañeras, cubas, esparcidores y demás aperos agrícolas. Esto se ha vivido en la N-232 entre Ausejo y Arrúbal, con una hilera de tractores a los que se ha ido sumando más maquinaria desde el cruce de Alcanadre y Corera, todos circulando a unos 20 kilómetros por hora y llegando incluso a cinco kilómetros por hora en algunos tramos.

Ritmo lento, pero constante. Así han llegado hasta el Polígono El Sequero unos 70 tractores y así han colapsado los accesos a los centros de trabajo de muchas personas. “Estos de los móviles han adelantado por la derecha a los sindicatos”, sentenciaba uno. Y es que el campo riojano ha alzado la voz, sacando su artillería más pesadas para demostrar la gran brecha que se está abriendo en la tierra y que se está tragando ilusiones y profesionales.

“Ha sido un éxito, sobre todo a primera hora”, destaca María, una de organizadoras de esta tractorada independiente. Sobre todo a primera hora porque pasado el medio día la fila continua de bien definida en el inicio de la marcha, con sus tractores bien puntuales en los lugares de salida, ha ido desperdigándose y dejando vehículos alternados con turismos, camiones y furgonetas que con ardua paciencia observaban el desfile agrícola. Algunos conductores lo hacían mostrando un evidente apoyo, otros alzaban sus teléfonos móviles para inmortalizar algún que otro tractor que saludaba a esas sonrisas. Cláxones sonando e incluso prendas agitándose desde las ventanillas de los coches.

“El apoyo de la gente está claro, pero lo más importante es que hemos conseguido el primer objetivo del día que era obstaculizar el tráfico todo lo posible”. Y así ha sido. La marcha lenta desde el Metropolitano de la línea M7 con destino Arrúbal y varias paradas en el Polígono El Sequero se ha vivido en silencio total. Apenas una decena de personas y el chófer viajaban en este autobús que a las 7:20 horas había salido de Logroño dirección Agoncillo pero se ha topado ya con los primeros atascos en la rotonda de Marianistas.

Primer aviso, pero rápidamente se ha reanudado la circulación habitual, hasta que el autobús ha enfilado la autovía camino a Recajo. Sin apenas cruzar el puente de acceso a la autopista, las retenciones ya ocupaban toda la recta mientras los tractores recorrían las rotondas entorpeciendo el tránsito de camiones y turismos que entraban y salían del peaje. Los viajeros del Metropolitano han aguardado unos 14 minutos de reloj parados a poco metros de entrar en Recajo sin saber que lo que venía por delante era casi un ahora de atasco, impidiendo así que llegaran puntuales a sus puestos de trabajo. Tampoco lo han hecho las decenas de coches que aguardaban por delante, con algunos conductores bajándose de sus vehículos para divisar a lo lejos la extensión de la cola.

El chófer aguardaba con tranquilidad: “Ya he perdido un viaje de vuelta porque tendría que estar en Logroño ahora y llevamos una hora de retraso. Pero bueno, yo estoy haciendo mi trabajo y entiendo que ellos se manifiesten por sus derechos”. Con retraso, pero por fin el Metropolitano llegaba a Agoncillo y ahí el tráfico avanzaba con más regularidad.

La marcha lenta desde uno de los tractores participantes se ha vivido de diferente manera. Pitidos, saludos de tractor a tractor y alborozo entre los agricultores al ver la magnitud de la movilización. “La madrugada merece la pena”, reconoce Félix, que se ha levantado a las cuatro y media de la madrugada. Ya ha hecho un descanso, con almuerzo incluido, en la gasolinera de Norpetrol donde se han juntado una quincena de agricultores para reponer fuerzas y volver al asfalto: “Nos dijeron de salir el día 6 y no lo pensamos, a salir. Fuimos a una reunión en Agoncillo donde nos explicaron todo y bien. Al final siempre tiene que haber alguien que lo mueva porque si esperamos a quienes lo tienen que mover… Y mira, no lo han movido hasta que han visto la que se estaba montando”.

Y a la pregunta de si van a sacar los tractores la próxima semana para la movilización convocada por las organizaciones agraria, otro agricultor alza la voz: “¿Qué? ¿Habrá que ir también a la del 13, no?”. Y otro responde: “Pues claro, claro que iremos. La pena que ahora no podemos llegar hasta Logroño porque nos prohíben circular por la autovía”. “¡Pues vamos por los caminos a salir a Varea!”, interviene otro. Al final este convoy de tractores no han entrado en vías mayores y han repetido su recorrido por Recajo.

“Donde sí la han montado más es en Aldeanueva de Ebro, que han cortado la carretera con los tractores, y en Navarrete también. La movilización ha sido enorme y el apoyo también. Fíjate que de Talleres Nogués nos han comunicado la posibilidad de asistirnos si tenemos cualquier problema durante la marcha como puede ser un pinchazo, lo que demuestra la implicación de las empresas que dependen también del campo”.

Tractorada en Logroño. | FOTO: EFE/ Fernando Díaz.

La marcha lenta continúa en diferentes puntos de la región y algún agricultor se atreve a vaticinar que “esto no ha acabado aquí y los tractores ocuparán las carreteras lo que queda de semana”. A expensas de ver lo que ocurre finalmente, las retenciones se mantienen en estos momentos en la zona de Recajo y Arrúbal, así como en Haro. Los tractores que se encontraban en el casco urbano jarrero han sido derivados por Guardia Civil y Policía Local hacia Casalarreina por la N-126, pero a la altura del peaje de la autopista se han topado con los que procedían de este municipio y Foncea, “convirtiendo esto en una auténtica ratonera”. El colapso se ha repartido por los dos carriles, así que el tráfico avanza muy lentamente. Y en Logroño, los grandes neumáticos también siguen rodando por el centro de la ciudad a ritmo de bocinas.

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