El enoturismo amplía miras desde la tierra con nombre de vino para ahondar en los aspectos más técnicos y crear así profesionales capaces de impulsar la marca Rioja y toda la cultura que gira en torno a ella. Con ese objetivo ha lanzado esta semana la Universidad de La Rioja la primera edición del Máster en Enoturismo con una veintena de alumnos que, además, tienen un importante perfil internacional, ya que casi la mitad proviene de países como Brasil, Chile, México, China y Reino Unido, aunque también los hay riojanos y de otras regiones de España.
Todos ellos se han visto atraídos por una formación “creada para responder a las nuevas demandas del mercado”, tal como describe su director Eduardo Rodríguez Osés, y que combina la modalidad ‘online’ con la presencial, lo cual es un factor diferencial respecto a otras formaciones de contenidos similares que se dan en otras universidades. Además, recientemente la DOCa Rioja ha recibido el premio a la mejor región para el enoturismo de España durante la celebración de Fitur, un reconocimiento que de nuevo vuelve a posicionar a esta tierra como referente.
– El enoturismo lleva tiempo siendo una disciplina en continuo desarrollo, ¿por qué llega ahora este máster?
– La formación estaba pensada desde hace más de un año, pero hace cuatro meses el rector me propuso formar parte de la dirección. Creo que constituye una línea acertada en la que se nos puede identificar fuera de nuestras fronteras, ser un escaparate al mundo, y prueba de ello es el volumen de alumnos extranjeros que se han apuntado. Hay que seguir formándose e incorporando diferentes avances y creo que este máster es un instrumento idóneo para ello y, además, desde una región referente.
– ¿Con qué propósitos se ha desarrollado el programa educativo?
– El hecho de que los estudiantes tengan formaciones académicas tan diversas y experiencia en diferentes regiones vitivinícolas del mundo, algunos con larga trayectoria profesional en el sector e incluso al frente de bodegas, le aporta mucha energía al grupo y permite abarcar diferentes ramas. En el diseño del Plan de Estudios hemos querido que se incluyan materias con aspectos más técnicos sobre viticultura y enología, así como de gestión económica para hacer de una actividad de negocio algo rentable y uso de nuevas tecnologías. Pero también abordamos la inteligencia emocional como clave para establecer esas relaciones con el cliente y cuestiones sobre la cultura, la historia, el paisaje y la gastronomía vinculadas al enoturismo. Todo eso hará que el profesional pueda generar una experiencia auténtica, coherente y, sobre todo, diferenciadora.
– ¿Qué criterios se han seguido para diseñar el orden de los módulos?
– Los módulos se van impartiendo simultáneamente, aunque en el programa haya un orden fijado. Es más, ya esta semana los alumnos están realizando el módulo 3. Las materias se imparte por días, es decir, el lunes se abordan actividades de enología y viticultura; el martes, patrimonio natural y cultural, y el miércoles, empresa vinícola y enoturística. Los contenidos los hemos centrado en la tarde española que es la mañana de algunas zonas de América Latina y la madrugada casi de los alumnos asiáticos.
– ¿Qué perfil tienen los profesores seleccionados para impartir el máster?
– Hay una gran parte del profesorado que es de la Universidad de La Rioja, pero proceden de tres facultades diferente. También contamos con voces de otras universidades nacionales e internacionales, así como con quienes considero los mejores consultores y formadores que a día de hoy están construyendo el destino turístico de La Rioja. Por otro lado, tenemos entre el equipo a los responsables de Enoturismo y de Marketing de bodegas, además de directivos que, aunque no sean profesores como tal, sí conocen el sector en profundidad.
– ¿Las prácticas se realizarán en empresas regionales o se abre el abanico a otras zonas?
– Las prácticas se pueden hacer en cualquiera de las bodegas e instituciones vinculadas al enoturismo que han firmado convenios con la Universidad de La Rioja, dentro o fuera del territorio nacional. Al final se trata de facilitar a los alumnos extranjeros la realización de esta formación. La mayor parte de los módulos son ‘online’, pero el dedicado al análisis sensorial nos parece que es clave que se imparta de manera presencial en el aula de catas, por lo que entre el 18 y el 26 de abril tendremos en las instalaciones universitarias al grupo de alumnos al completo.
– ¿Cree que este máster puede tener algún tipo de retorno económico en el tejido vitivinícola riojano?
– Estoy seguro de ello porque es muy probable que algunos de nuestros estudiantes finalmente sean los profesionales que se incorporen a los departamentos de las bodegas de La Rioja. Por no mencionar la oportunidad que vamos a tener como carta de presentación de cara al alumnado que llegue en abril a realizar ese módulo de análisis sensorial y que va a conocer de manera directa muchas marcas y proyectos de la región.