La UD Logroñés se ha dejado dos puntos frente al Barbastro (0-0), en un resultado insuficiente que le aleja de la segunda plaza. Con 36 puntos, los blanquirrojos se quedan cuartos y ven como el Barakaldo se aleja a seis puntos en el segundo lugar tras no fallar. También han desaprovechado el tropiezo del Bilbao Athletic en Utebo (0-0) y siguen a diez de un ascenso directo que ya puede darse prácticamente por perdido. Los días malos pasan factura en Segunda Federación, en un día en el que la Policía Nacional ha recibido un homenaje por sus dos siglos de existencia, ante 2.965 espectadores.
Mermado por la sensible baja de Sarriegi y todavía sin Ugarte, Diego Martínez ha saltado con Royo en portería; Yasin, Titi, Codina e Iñaki en defensa; Capde y Urcelay en el centro del campo, con Madrazo y Seguín desplegados en los costados, Arias de enganche y arriba, el enrrachado Jony. Diez dianas acumula en lo que va de campeonato. Enfrente, un Barbastro muy crecido, con cuatro victorias consecutivas en liga y un partido competido frente al Barcelona en la Copa del Rey, entre otras hazañas. Vamos, que podía ser la típica tarde complicada en Las Gaunas. Así ha terminado ocurriendo.
Un penal por fin de semana , así es difícil … pic.twitter.com/he2PP53fOQ
— Alvaro Facchin (@afacha969) January 21, 2024
La UD Logroñés se había acostumbrado a decidir los encuentros por la vía rápida en Las Gaunas, pero esta vez se ha encontrado con un rival muy sólido y que apenas ha concedido ocasiones. La imprecisión se ha convertido en reina de un partido con pocas áreas y menos ocasiones, donde Biarge no ha realizado una acción de mérito en el primer tiempo. Una vuelta a rutinas olvidadas, a las noches grises donde ver un tiro a puerta se hacía noticia y el aburrimiento hacía mella. O quizá, lo más normal en esta categoría. Ya lo dijo Diego Martínez: “Parece fácil que metamos 4 o 5 cada día en casa y sin embargo, ningún equipo lo hace”.
El primero entre palos ha llegado ya en el minuto 38, con un flojo remate de Yasin a las manos del meta rival. Por lo demás, algún remate de Seguín rechazado por la defensa u otro de Jony que se ha perdido alto. Al descanso se ha llegado con 0-0, un resultado que no les valía a los locales, porque la victoria del Barakaldo ha colocado el segundo puesto a una distancia de seis puntos. No quedaba otra que ganar o la situación se pondría ya muy cuesta arriba. Demasiados errores y demasiada inseguridad en defensa, con un Titi algo dubitativo y un centro del campo donde Sarriegi se ha echado de menos. Vaya que sí.
Parece mentira que el Barbastro estuviera en la zona baja hace apenas mes y medio. La llegada de Dani Martínez al banquillo le ha cambiado la cara y ahora, los aragoneses no tienen presión clasificatoria. Se ha notado en Las Gaunas, pues han jugado sin presión, sin errores, sin el nerviosismo propio de quien se juega la permanencia. Un visitante muy respondón que quería rascar en Logroño, algo que en toda la temporada solo han logrado el Bilbao Athletic y el Alavés B. En un momento dado, los oscenses incluso se han lanzado hacia el área de Kike Royo. De aplaudir su valentía.
Incapaces de generar peligro de forma continuada, los blanquirrojos han movido el banquillo. Media hora para el recién fichado Carlos Bravo y también para Enzo. Sin embargo, han sido incapaces de cambiar el partido. Un choque en el que la precipitación ha invadido a los locales, que querían llegar demasiado rápido al área, a veces en solo dos pases. Sin posibilidad de continuidad, las llegadas se han producido a cuentagotas, sin puntería y de forma atropellada, como Jony en medio de un barullo. La presencia de Yurrebaso y Javi Cobo tampoco ha podido modificar esto.
Seis minutos en el cartelón del árbitro y desesperación final por intentar la victoria. En la recta final, el colegiado ha pitado una falta a favor de los blanquirrojos en el minuto 94. Una acción de penalti sobre Urcelay, que los jugadores y la grada han reclamado como tal, pero que el colegio ha sacado incomprensiblemente fuera del área. Finalmente, un lanzamiento que Iñaki ha lanzado contra la barrera. Ahí se han ido las esperanzas de victoria de una UD Logroñés a la que el punto le sabe a decepción. Y a oportunidad perdida, en este camino de espinas en el que se ha convertido la Segunda Federación.
