La SD Logroñés ha perdido en el campo del Rayo Majadahonda (1-0), confirmando así su cuarta derrota consecutiva, tercera con Larrazabal como técnico. Sumidos en una profunda depresión anímica, los blanquirrojos acumulan ya más de 360 minutos sin ver puerta. Cuatro partidos enteros, más su tiempo añadido. De nuevo han perdonado ocasiones muy claras y su condena ha sido un golazo de Kike Hermoso. Probablemente no tuviera esa intención, pero su centro ha acabado en la escuadra. Tras caer ante un rival directo-contra el que también pedieron en Las Gaunas-, los riojanos se quedan con 19 puntos, igualados con los madrileños y dos por debajo de la salvación.
Larrazabal ha saltado al Cerro del Espino con Iru en portería; Cova, Murua, Aurtenetxe y Paredes situados en línea defensiva, con Castellano y Damià en el centro del campo. Por delante, Óscar Fernández, Ferni y Manny (más adelantado de lo costumbre). Como referencia se ha situado Escobar, uno de los mayores activos de los riojanos. Fuera de la convocatoria se han quedado Dani Garrido y Jaráiz por lesión, Ezkurdia por sanción y Jannick Buyla, debido a su convocatoria en la Copa de África. Enfrente, el riojano Álvaro Arnedo ha saltado como titular contra su ex equipo.
En una tarde tan importante, la consigna era clara: no regalar los minutos iniciales y evitar a toda costa los errores flagrantes al inicio de partido, que ya costaron derrotas frente a la Ponferradina y el Osasuna Promesas. Esta vez, la historia ha sido diferente. Al minuto de juego, Damià ha lanzado una falta lateral desde la banda izquierda y tras un bote, el arquero local Dani Martín ha sacado una manopla. Tocada en lo anímico después de encadenar tres derrotas, la SD Logroñés necesita soltarse, desplegar sus mejores cualidades. Manny, por ejemplo, sobresale en su velocidad y lo ha demostrado por el perfil zurdo.
Corría el reloj y la primera parte se ha dirimido en una batalla de imprecisiones. Gritos, lucha, pelea, urgencias en ambos equipos. Con la derrota del Cornellà en Teruel, un triunfo sacaría a los blanquirrojos del descenso. Sin embargo, el partido se ha inclinado hacia el camino opuesto. Pasados los cuarenta minutos, Kike Hermoso ha lanzado un centro-chut y el balón se ha envenenado, colándose por toda la escuadra. Poco ha podido hacer Iru ante una acción así. Casual o intencionado, el 1-0 ha supuesto otro mazazo psicológico justo antes del descanso. Nueva decepción para un equipo que no levanta cabeza.
Foto: Rayo Majadahonda
45 minutos por delante y pugna en el césped entre el sol y la sombra, algo molesto para seguir el partido por televisión. Con la obligación de remontar, la SD Logroñés se ha lanzado sobre el área de Dani Martín, que ha mostrado una sobriedad impropia de un chaval de dieciocho años. Óscar Fernández, solo y a bocajarro, se ha encontrado una gran parada del guardameta. Desesperado, el ‘7’ se ha lamentado amargamente de ese fallo. Ya eran más de 400 minutos sin marcar un gol para los riojanos, desde que Luzzi anotó el 0-2 en Teruel. Ya ha pasado casi mes y medio de eso, en una penumbra demasiado larga que no clara.
Pasada ya la hora de juego, Larrazabal ha movido su banquillo y ha dado entrada a Gexan y Luzzi. Precisamente Luzzi ha tenido la más clara para el empate. Dani Martín ha rechazado mal la pelota, pero en segunda instancia, sí ha repelido un remate a quemarropa del recién ingresado al verde. Otro día sin puntería, otra andanada más en el ánimo de un equipo tocado, que lo intenta, pero que no lo consigue. “Queremos que los jugadores sean más genuinos”, dijo Larrazabal antes del partido. Con resultados así, el asunto está complicado.
