Pasadas las vacaciones, las uvas y las campanadas, la Segunda Federación vuelve a la carga. Lo hace con una triple cita dominical que inaugurará el Calahorra con su visita al Deportivo Aragón (11:30), le seguirá el Valle de Egüés-Náxara (16:00) y por último, se cerrará con el encuentro de la UD Logroñés frente al Utebo (18:00). En cuanto a la clasificación, la UD Logroñés inicia 2024 como el equipo riojano mejor clasificado, cuarto con 31 puntos. 17 tiene el Calahorra, tres por encima del descenso directo. Por último, el Náxara es colista, con 8 puntos, siete por debajo de la promoción de descenso y nueve menos que la salvación directa.
Tras vencer al Izarra antes de Navidad (3-1), los najerinos lograron un hilo de esperanza. Es tenue, como una luz de una vela en medio de un bosque oscuro, pero algo es algo. Ahora, enero depara otro partido frente a un rival directo, a domicilio. Jugar como visitante no es algo que precisamente agrade a los pupilos de Josean García. Solo han conseguido un punto, en Gernika (1-1), ya el pasado 12 de noviembre. Con un balance así, la salvación es imposible. Por lo tanto, es vital que el bloque de La Salera mejore su cosecha lejos del bosque mágico. Porque con dos victorias en dieciséis partidos, lógicamente no basta.
Aitor Lorá marca en el último partido frente al Izarra / Foto: Carmelo Betolaza
Con ese objetivo, la directiva incorporó durante este mercado invernal al joven delantero riojano Marcos Pérez Sotelo, cedido por el Eibar de cara a esta segunda vuelta. Otro aspecto importante será que el Náxara consiga recuperar a algunos de sus lesionados. Hasta el momento, Izan Flaño, Rubén Quirino y Eloy Blanco no han disputado un solo minuto de temporada. A estos percances de larga duración se le suman otras lesiones más cortas, los ciclos de amarillas que llegaron a cumplir Álex Merino, Viti y Aday Alcalde y las cuatro expulsiones que ya ha sufrido el cuadro riojalteño. En definitiva, no ha habido día sin incidencias.
Teniendo en cuenta esos factores, los pupilos de Josean García se enfrentan a un rival que superó su terrible bache de resultados. Tras siete derrotas consecutivas, los navarros empataron frente al Calahorra y sobre todo, vencieron por 1-4 en Tudela antes del parón (los locales acabaron con ocho futbolistas sobre el campo). Esos resultados les han colocado con 14 puntos, seis sobre el Náxara y la posibilidad de acercarse a los puestos de salvación. Dos recién ascendidos se citan en la Cuenca de Pamplona, en un choque de esos que valen seis puntos. Los tres propios y los otros tres que deja de ganar el rival.
Entrenado por Txiki Acaz desde julio de 2022, el Valle de Egüés ascendió brillantemente durante la temporada pasada y ha mantenido su bloque. De los veintidós futbolistas que tienen en plantilla, catorce han continuado respecto al curso pasado. La juventud es otra de sus características, pues ningún jugador supera los 30 años y la mayoría de ellos tienen menos de 25. No son nombres muy conocidos, aunque el mediapunta Miguel Díaz ya se ha anotado cuatro goles en su cuenta particular. En cuanto a las incorporaciones, varias han llegado desde el fútbol navarro, como los puntas Fermín García o Fernando Satrústegi. Su ‘ADN’ local no se discute.
Partido del Valle de Egüés frente a la UD Logroñés
Por su parte, el Calahorra afronta este partido con el acelerador puesto en el mercado de fichajes. Sin haber cumplido siquiera la primera semana del nuevo año, ya ha incorporado a tres futbolistas nuevos: el lateral izquierdo Nacho Ruiz (Manchego Ciudad Real), el mediocentro Baba Cissé (Andrézieux galo) y el punta Iker Hernández (Vespri islandés). Para entrar, dejen salir, así que ha habido otras tres bajas: el central Luis Martínez de Quel, el mediocentro Cristian Sanz y el extremo izquierdo Pau Miguélez. Movimientos de Carlos Pouso, también director deportivo, para intentar mejorar la preocupante situación del equipo.
Para un recién descendido desde Primera Federación, la situación actual no era esperable. Con 17 puntos, los rojillos se encuentran solo tres puntos por encima de los puestos de descenso y dos por encima de la promoción. Demasiado sufrimiento, una mala dinámica especialmente a domicilio y sobre todo, una alarmante falta de gol. Hasta ahora, los riojabajeños solo han anotado once en dieciséis partidos y fuera de La Planilla, esa cifra baja a cuatro. Para eso ha llegado Iker Hernández, para sacar de apuros a los calagurritanos y establecerles en una zona más tranquila de la tabla.
Sola pugna por un balón / Foto: CD Calahorra
Su contrincante, el Deportivo Aragón (filial del Real Zaragoza), será de todo menos sencillo. Los maños son sextos, con 28 puntos y solo tres por debajo del playoff de ascenso, posición para la que son firmes candidatos. Se trata de un equipo muy fuerte en casa (una única derrota en ocho partidos) y con un gran rendimiento defensivo. Hasta última derrota frente al Barakaldo (1-0) habían encadenado cuatro triunfos consecutivos, lo que da muestra de su competitividad.
A diferencia de otros, en este caso sí es un filial al uso. Todos sus jugadores son sub-23 y ninguno rebasa los 22 años. No se trata, sin embargo, de un equipo muy goleador (19 goles, por los 38 que lleva la UD Logroñés). Destacan futbolistas como Aitor Mañas, autor de cuatro tantos, Fabio Conte y Aitor Cuenca. Pero por encima de ello, es un equipo fiable y muy difícil de batir si se pone por delante en el marcador. De hecho, no le han remontado en toda la liga.
Por último, la UD Logroñés recibe al Utebo, segundo clasificado y lo hace sin Andoni Ugarte, baja por fractura en su pie derecho durante al menos, el próximo mes. Tal y como ha dicho Diego Martínez, es una “oportunidad muy importante para competir por los primeros puestos”.
