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Es ya una tradición: largas colas para recibir a los Reyes Magos en Las Gaunas

Abraham, Tino o Vanesa… los más madrugadores de muchísimos riojanos que quieren saludar en Las Gaunas a los Reyes Magos

El aterrizaje de los Reyes Magos en el estadio de Las Gaunas a bordo de un helicóptero militar de transporte de tropas es un espectáculo que nadie se quiere perder en Logroño. Por ello, y casi a modo de tradición, las largas colas de familias apostadas a las puertas del recinto han vuelto a componer el paisaje del entorno desde mucho antes de la apertura de puertas.

Aunque los accesos al estadio no se habilitan hasta las nueve de la mañana, cuando las primeras luces del alba se han asomado desde el horizonte ya había personas aguardando pacientemente a los Reyes. Como Abraham y su familia, primeros en una de estas largas filas que antes de despuntar el alba ya aguantaban estoicamente el frío, entre risas, buen ambiente y mucha ilusión. “Hay que madrugar bastante, hay que madrugar mucho”. Y ha puesto una hora: “A las seis de la mañana ya estábamos por aquí”. Un plural mayestático bien tirado, porque “sí, me ha tocado a mí estar por aquí desde tan temprano, mientras el resto estaba desayunando”. Pero ningún resquemor con su familia: “Se hace con gusto, solo con la ilusión de los niños ya vale. Este madrugón no duele”.

Son quince, “entre más padres y más niños”. Y el objetivo es “estar en primera fila para que lo gocen los más peques saludando a los Reyes Magos”. Y para la espera, “café, mantas, el periódico para los asientos porque estarán fríos y algo de comida”. Y Abraham no tiene una carta muy larga para los Reyes porque “todo lo que traigan estará bien traído”. Han sido los primeros en la fila de la puerta 15.

El miedo a quedarse fuera (por cada puerta pueden acceder 850 personas hasta completar un aforo de 13.600 personas) y el deseo de conseguir sitio en las primeras filas para poder saludar a Melchor, Gaspar y Baltasar han podido más que el frío -aunque los termómetros marcaban 5 grados a las siete de la mañana, la sensación térmica era de solo 2- y la lluvia que ha regado la capital riojana durante desde la noche anterior. Como la amplia familia de Vanesa, que han sido los primeros en la puerta 10.

“Se está muy bien”. Voluntad no falta a los madrugadores, repletos de ilusión como Vanesa y su amplio grupo que esperaba en la puerta 10 de Las Gaunas. Se han preparado bien: “Venimos abrigados, con mantas y todo”. “Es una vez al año”, confiesa, “y no hace daño”. El objetivo, estar en primera fila dentro del estadio: “Queremos darle la manos a los Reyes Magos”. Ahora en este grupo lo tenían claro: “Hemos venido todos a la misma hora. Y no, no estamos locos, se llama ilusión”. Y Marco, su hijo, de cinco años, reconoce que “le hace más ilusión a mi madre que a mí”, aunque su sonrisa ilumina la madrugada al imaginarse que dentro de un rato le estará dando la mano a su Rey favorito, en este caso, Melchor. Sabe lo que le va a decir: “Hola”.

Pero esto de recibir a los Reyes Magos en Las Gaunas no es una cuestión de edad. Está Tino, que a sus setenta años no ha dormido. “Quería estar a las cinco y media ya por aquí, así que me he puesto unas películas y no me ha hecho falta ponerme la alarma”.

Todo sea por lo más importante: “Reservo sitio para mi mujer y los nietos”. Está en la puerta 17 de Las Gaunas, la más cotizada, “porque es aquí donde comienza la vuelta de honor de los Reyes Magos”. Lo saben por experiencia: “Todos los años venimos aquí”. Tino lleva 46 años en Logroño y asegura no haberse perdido una edición desde entonces. “Por los nietos lo que haga falta”.

Ahora solo queda que ese sacrificio obtenga su recompensa en forma de estrechón de manos con los Reyes Magos desde unas butacas privilegiadas.

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