El Rioja

“Los vinos de Rioja de 2023 van a divertir”

Pablo Franco: “Los vinos de Rioja de 2023 van a divertir”

Sesión del nuevo panel de cata. | Foto: Leire Díez

Quedan por delante varios meses todavía para conocer el veredicto final del Consejo Regulador de la DOCa Rioja sobre la calificación de la añada 2023. Una valoración que responde a un trabajo profundo de análisis donde el año pasado se evaluaron unas 5.100 muestras con las que se determinó que aquella cosecha merecía colgarse la etiqueta de “Muy buena”. Para la presente apenas se ha catado el 15 por ciento de todas las muestras, pero el director técnico, Pablo Franco, tiene claro que “los vinos de 2023 van a divertir porque van a mostrar la complejidad de cada pueblo y cada zona por el año tan difícil que ha sido”.

A su modo de verlo, esta ha sido la cosecha de los contrastes, “especialmente en Rioja Oriental que es la zona de mayor variabilidad este año”. Se atreve a decir que “es uno de los años más marcados en cuanto a diferenciación de vinos”, pero el desenlace final le ha pillado por sorpresa: “Creía que los aromas iban a estar más marcados debido a esas condiciones meteorológicas, pero están saliendo unos vinos con más expresividad, sí que con algo menos de color y una estructura más ligera, pero sorprendentemente un buen nivel de frescura. Hay taninos redondos, no vegetales. Además, en las zonas de Rioja Alta y Rioja Alavesa que se vendimiaron más tarde va a haber buenas sorpresas porque no han tenido alteraciones sanitarias y han tenido un ciclo lago y con buen final”.

Sesión del nuevo panel de cata. | Foto: Leire Díez

“Venimos de un año complicado, especialmente en lo meteorológico, con un invierno seco, lluvias en primavera y un verano con mucha irregularidad con olas de calor en agosto y diluvio al final de la estación en el periodo de maduración. Todo esto ha pillado a Rioja en diferentes momentos que se están reflejando muy bien en los vinos que vamos catando. Así, se nota una clara diferenciación entre la primera parte de vendimias en Rioja Oriental, donde se tuvo que acelerar la cosecha porque había una gran maduración alcohólica debido al calor, con la segunda parte después de las lluvias, cuando se produjo un parón en la maduración porque de diluyeron muchos de los compuestos de la uva al mismo tiempo que se consiguió que esos parámetros se equilibraran mejor y la uva se recuperara. Pero es que, además, ese agua cayó en zonas donde todavía la uva estaba enverando, lo que es ideal y es ahí, en los parajes más altos de Rioja donde se produjo un muy buen desarrollo”, explica Franco.

Sesión del nuevo panel de cata. | Foto: Leire Díez

El problema es que esas mismas lluvias duraron varios días y dejaron abundantes acumulaciones de agua que desbordaron ríos e inundaron caminos y fincas, lo que tensionó aún más la región con el riesgo de botritis. Hongo que en situaciones puntuales ha mermado parámetros cualitativos de la uva y que, asegura el director técnico, supuso “la mecha” de la campaña que ha tenido que soportar tan extremas condiciones que han vuelto a dibujar una montaña rusa un año más.

“Pero todo se resolvió en Rioja con un gran trabajo de selección por parte de viticultores y bodegas, porque sorprende incluso que se rechazaran remolques de uva que no cumplían con los parámetros cualitativos de determinadas bodegas. Es decir, este año ha habido un gran compromiso por la calidad y esos controles han sido muy positivos a la hora de dar lugar a los vinos que tenemos ahora”, incide.

Franco insiste en que la clave de este 2023 va a ser “la viveza en esa frescura, porque el pH y la acidez ha estado delicada, por lo que quienes han sido capaces de preservar estos parámetros van a tener un mejor éxito aunque estructuralmente sean vinos más ligeros”. Cualidades, incide, que van a reflejar muy bien la personalidad de cada territorio y que van de la mano con esa tendencia actual de consumir vinos fluidos pero con gran complejidad que huyen de los altos grados alcohólicos.

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