La Rioja

El ‘Triángulo de la Pantaloneta’ expande sus fronteras hasta Logroño

De unas semanas a esta parte, los transportistas de medio mundo temen como a una vara verde la idea de verse en La Rioja, desorientados y sin saber muy bien adónde acudir. Lo preocupante es que el ‘Triángulo de la Pantaloneta’ parece no conformarse con engullir camiones entre San Millán, Ezcaray y Bañares y ha extendido sus fronteras hasta la propia capital riojana.

Bien lo saben en Talleres Marín, donde cada mañana tienen que salir al auxilio de transportistas perdidos porque el GPS les lleva por los caminos prohibidos. “El navegador les indica que pueden ir desde la zona de Valdegastea hasta la zona del Cubo por el camino de la vuelta de Jerusalén, pero lo que vale para los coches no vale para los camiones, ya que hay un túnel que hay que atravesar”, explican a NueveCuatroUno.

Hasta el momento la situación no ha llegado hasta el punto de que los camioneros tengan que pernoctar en sus vehículos, pero en parte se debe a la solidaridad de los empleados del taller, que corrigen el itinerario de los transportistas para evitar males mayores: “Menos mal que nos pillan abiertos la mayoría y pueden dar la vuelta en la entrada de nuestras instalaciones”.

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