La Rioja

La ‘autopista eléctrica’ que cruzará La Rioja supera la declaración de impacto ambiental

El Ministerio aprueba la declaración de impacto ambiental de la ‘autopista eléctrica’ que cruzará La Rioja

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Luz verde a una vía de alta capacidad que atravesará La Rioja de este a oeste, pero no se trata de una autovía ni de la llegada de la Alta Velocidad ferroviaria a la comunidad. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha dado luz verde a la declaración de impacto ambiental (DIA) de la línea de alta tensión Tauste-Jundiz, una ‘autopista eléctrica’ que partirá de Zaragoza para cruzar Navarra, La Rioja, Álava y Burgos.

La línea, proyectada por Forestalia, supone la erección sobre suelo riojano de 251 torres de alta tensión de entre 45 y 70 metros de altura, levantadas sobre cultivos y viñedos entre Alfaro y Briñas. En concreto, los municipios que incorporarán torretas a su paisaje son Alfaro, Aldeanueva de Ebro, Autol, Quel, Arnedo, Tudelilla, El Villar de Arnedo, Ocón, Ausejo, El Redal, Corera, Galilea, Santa Engracia del Jubera, Lagunilla del Jubera, Ribafrecha, Clavijo, Albelda de Iregua, Entrena, Medrano, Hornos de Moncalvillo, Sotés, Ventosa, Huércanos, Uruñuela, Hormilleja, San Asensio, Briones, Gimileo y Briñas.

El propio Gobierno riojano ha manifestado explícitamente su oposición a esta ‘autopista eléctrica’ porque “destrozará suelo agrícola, paisajes y zonas protegidas” de la región. Una postura que comparte con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa Rioja), que ya ha anunciado su voluntad de judicializar la tramitación del proyecto si superaba la declaración de impacto ambiental, como ha sucedido este mismo miércoles.

Una postura común frente al ‘coloso’ eléctrico, que ya se materializó en febrero de 2022, cuando los cuatro grupos políticos representados en el Parlamento de La Rioja votaron contra el macroproyecto de Forestalia.

Zonas afectadas

La propia DIA del proyecto refleja entre los impactos de la futura línea de alta tensión sus afectaciones a los sotos y las riberas del Ebro
“por la presencia de especies de avifauna susceptibles de sufrir colisiones con el cableado del tendido”. También da cuenta de afectaciones indirectas en parajes naturales como los Montes Obarenes, las Peñas de Iregua, Leza y Jubera.

Pero es a nivel paisajístico donde más se apreciará la presencia de la línea Tauste-Jundiz. La declaración de impacto ambiental cita, textualmente, que “en La Rioja, la línea comienza su recorrido en Las Tierras de Alfaro, de carácter agrícola y acompañadas de embalses, ríos y balsas de riego; continúa por cultivos herbáceos en secano y viñedos en regadío, zona de campiñas y llanuras, hasta llegar a zonas forestales y de matorral boscoso, en las laderas de la Sierra de Moncalvillo, para continuar con tierras de labor en secano, viñedos en regadío y bosques de ribera en el entorno de los ríos del entorno, Bajo Najerilla, Yalde y el Ebro. Esta zona, denominada La Rioja Alta, está cubierta de viñedos y se encuentran algunas de las bodegas más prestigiosas de La Rioja (municipios de Haro, San Asensio y Ollauri)”.

Además, señala como tramo con una afectación “severa” por la presencia de las torres eléctricas “una parte de la pequeña población de Entrena, donde cambia el paisaje dominado por viñedo; el mirador de la población rural de Sotés, que cuenta con un mirador con vistas a la ribera del Ebro cruzada por el camino de Santiago, afectando a las vistas desde y hacia el pueblo; la pequeña localidad de Ventas Blancas en el valle del río Jubera”. Sin obviar que “se valora como severo el impacto desde las ruinas de la basílica de Santa María de Rute, cercana a Ventas Blancas, y desde la Ermita de Santa Ana, de interés social por la procesión anual”.

Respecto al proyecto original de Forestalia, la resolución de la DIA refleja modificaciones para soterrar dos tramos de cableado sobre terreno riojano: una línea de 4,8 kilómetros en Alfaro y otros 6,1 kilómetros de cables entre Arnedo y Tudelilla.

El viñedo

Respecto a las afectaciones al “paisaje cultural del vino y el viñedo de La Rioja y Rioja Alavesa”, la DIA cita que “ha sido declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de La Rioja y por la Comunidad Autónoma del País Vasco” y “el promotor expone que la ocupación del suelo agrario se ha reducido todo lo posible (40 m2 por km de línea), se atraviesan unidades de aptitud de paisaje muy baja y baja, la línea no afecta de forma directa a ninguno de los elementos constitutivos del BIC (Lagares, guardaviñas, bodegas, etc.) y, además, la afección de las vistas, más allá de 500 metros, se considera irrelevante”.

No opina lo mismo el Gobierno de La Rioja (en concreto, la Consejería de Sostenibilidad del Ejecutivo de Concha Andreu, que emitió las alegaciones al proyecto), pues “estima que el impacto visual será relevante desde varias poblaciones con cuenca visual de 500 m, desde carreteras regionales (valorado como severo por esta consejería) y, además, señala que discurre por enclaves de interés paisajístico y cruza caminos con gran número de observadores como: el Camino de Santiago francés, la vía Romana del Iregua y la vía verde del Cidacos. En este caso, el promotor defiende que el trazado se ha definido con la ubicación menos impactante y aprovechando otras infraestructuras existentes”.

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