El Calahorra ha caído en el campo del Barbastro (1-0), víctima de un gol local nada más arrancar el partido. Una jornada más y los problemas se repiten para el conjunto de La Planilla. Son tres derrotas consecutivas y los mismos partidos sin anotar. Así es muy complicado y la temporada se complica cada semana más. Los rojillos se quedan con trece puntos, igualados ya con la promoción de descenso y que recibirán al Izarra (domingo 16:30), en un choque ya por todo lo bajo.
Los visitantes se han presentado en el somontano aragonés con su ya clásico 5-4-1. Gonzi ha defendido la portería visitante, con Lecea, Cantero, Ekhi, Zaldúa y Recio en defensa. Sorpresa en el centro del campo, puesto que Castillo no ha jugado. En su lugar, dupla para Ekiza y Oier Herrera. Por delante, alas para Uzkudun y Miguélez. Arriba, Soeiro ha actuado como referencia. Un punta que, por cierto, se ha jugado la expulsión antes de los diez minutos de juego. La colegiada Olatz Rivero le ha mostrado amarilla, advirtiéndole sobre el campo de que se ha jugado la expulsión.
Tras pasar el Tourmalet y caer frente a UD Logroñés y Bilbao Athletic, los rojillos han tenido delante un partido más terrenal, frente a un recién ascendido y por ahora, también rival directo. Bastante más abajo en la tabla de lo esperado, al Calahorra le cuesta horrores marcar un gol. En esta ocasión, también llegar al área rival. Un cabezazo de Kevin Soeiro y un remate de Oier Herrera han supuesto sus dos disparos más importantes del primer tiempo. Ambos, muy fáciles a las manos de Biarge.
Foto: CD Calahorra
Sin ocasiones, lo que sí ha habido es buena pugna física. Zaldúa ha sufrido un fuerte golpe, pero gracias a un vendaje aparatoso en su cabeza, ha podido seguir. El Barbastro tampoco ha reblado en su ímpetu de batalla y ambos equipos han gastado mucha gasolina destruyendo el fútbol del otro, cuestión interrumpida solo por el descanso. Juego aéreo, centrocampismo y por encima de todo, un mar de imprecisiones. Nada extraño, por otra parte, en la Segunda Federación. El imperio de los detalles.
Seis minutos después del descanso, De Mesa ha recibido dentro del área y en posición habilitada, ha rematado dentro del área para adelantar al Barbastro. Otro jarro de agua fría para un Calahorra que no se ha adaptado a la Segunda Federación. Ya son seis partidos consecutivos concediendo al menos un gol, números que condenan a la lucha por la permanencia. Obligados a reaccionar, los visitantes han estirado líneas, pero nunca han hecho sufrir a su rival.
Bastante tarde, ya en el minuto 68, Pouso ha sacado a Cristian Sanz y Sola.
Solo un minuto después de saltar al campo, Sola se ha plantado en velocidad delante de Biarge, pero ha rematado mal y el portero ha podido incluso blocar. Ha sido la ocasión más clara y por desgracia para los rojillos, bastante aislada. El cronómetro ha volado y en el tiempo añadido, los riojanos sí se han volcado sobre el área oscense. En una de sus últimas acciones, los visitantes han reclamado un penalti por mano, no concedido por la árbitra. Al final, ya casi de noche, no ha habido tiempo para más. No será un año fácil para el Calahorra.
