La Rioja

Una senadora por Soria salva a una riojana de dormir en la calle por el retraso del tren

Cristina Rubio es senadora por Soria del Partido Popular y Marta, una joven logroñesa que este miércoles pretendía llegar a Logroño desde Madrid. Sus vidas se cruzaron en la estación de autobuses de la Avenida de América de la capital. Desde ese momento, un “viaje turbulento” lleno de retrasos, cancelaciones y complicaciones que han hecho a la joven llegar un día después a la capital riojana con la tranquilidad de haber podido dormir en casa de la senadora.

Todo comenzó en Madrid la tarde de este miércoles. Cristina Rubio acababa de salir del Pleno del Senado cuando en la estación de autobuses de Avenida de América comprobó que no quedaba ningún vehículo de los que habitualmente salen hacia su ciudad. “Allí me puse a hablar con Marta, una chica de Logroño, que estaba en las mismas circunstancias”. Entre las dos, y viendo que era imposible coger un autobús a Soria, decidieron apostar por el tren. “Ella fue la que miró las combinaciones posibles que había y vio que el tren era la única opción que había para que ambas llegásemos a casa”.

“Compartimos taxi y nos presentamos en la estación de tren; nos tranquilizó ver que el que había llegaba a Soria un cuarto de hora antes de que ella tuviese su conexión por autobús a Logroño”. La senadora, mientras tanto, avisó a su marido para que las esperase en la estación y así poder acercar a Marta hasta la terminal de autobuses, a tiempo de coger el suyo hacia Logroño.

Pero como el azar es imprevisible, y los horarios de Renfe aún lo son más, el tren paró sin información previa en Sigüenza. “Estuvimos una hora parados, sin luz y sin ningún tipo de información”. La situación provocaba que Marta perdiese su conexión con Logroño. “La chica estaba muy nerviosa y su madre, que la llamó varias veces por teléfono, también”. Entonces, como madre que también es, la senadora lo tuvo claro: “No iba a dejar a la chica tirada en una estación de tren de noche en una ciudad que no conocía”. Ahí fue cuando le propuso ir a dormir a su casa.

“Llamé a mi marido, le dije que llegábamos con una hora de retraso y que preparase cena para una más, que Marta se venía a dormir a casa”, relata Rubio, quien subraya que “es importante arreglar de una vez por todas esta línea, ya que vienen muchas personas con muchos problemas provocados por promesas incumplidas”. Y va más allá: “Si en vez de una hubiesen sido varias las chicas en la misma situación, me las hubiese llevado a todas a casa; se ponen unos colchones en el suelo y solucionado”, comenta, demostrando la hospitalidad de los sorianos.

La historia ha continuado este jueves. “Como yo tenía una rueda de prensa pronto y una reunión con la Mancomunidad le he dicho que se levantase sin prisa, que mirase qué trenes o autobuses tenía hacia Logroño; que desayunase como si estuviese en su casa y que se preparase tranquila. Ha sido mi marido el que le ha acercado a la estación para que pudiese llegar a casa”.

Una historia de conexiones y retrasos, pero sobre todo de hospitalidad y empatía, que seguro terminará con una botella de Rioja y un agradecimiento infinito de vuelta desde Logroño hasta la capital soriana.

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