Gastronomía

Bodeguilla Gutiérrez, un gran clásico está de vuelta

“Callos, manitas de ministro, delicias de cochinillo…”. Era un soniquete, de lo más delicioso, gracias a sus inserciones publicitarias en la radio. Era la Bodeguilla Gutiérrez, que cerró hace unos meses y paradójicamente lo hizo en silencio. Logroño perdió entonces un punto de referencia para almuerzos de altura, esos que te ponen las venas a reventar pero que te reencontraban con lo propio.

Porrones de un lado para otro, y cazuelitas de aquí hacia allí para reunirse al calor de un buen plato de casquería. Era la especialidad de este local que este jueves 9 de noviembre volverá a abrir sus puertas. O eso espera Cristian Soto, propietario de este nuevo espacio, que afronta, tal y como asegura, “un proyecto de vida”. Su idea es jubilarse aquí, en La Rioja.

Y eso que no tiene raíz alguna en Logroño. Sus padres son andaluces, él ha estado implicado en el mundo de la hostelería en Moreira (Alicante) y ahora ha decidido abrir un local que ha sido emblema de la gastronomía a la riojana que ahora pasará a ser, “a la espera de la respuesta de la gente”, a la andaluza. Confirma que “sí”, que “habrá casquería”, pero “al estilo andaluz”.

Corto en la palabra, algo desconfiado, Soto debe ir conociendo su nuevo barrio, en el que la familiaridad es tan esencial como todo lo rico que salga de sus ollas. Porque la calle Gonzalo de Berceo tiene su sello personal, un estilo propio dentro de la ciudad de Logroño. Pronto lo descubrirá Cristian Soto que quiere arrancar este próximo jueves con todo listo.

El visitante que vuelva a la que fue su casa durante tantos años se encontrará, asegura Soto, una barra repleta de propuestas. “He añadido una nueva vitrina para conservar en perfecto estado todo lo que vamos a poner al servicio de la gente”. Como las bravas, las patatas al alioli, la ensaladilla rusa, el magro con tomate, la oreja rebozada, las anchoas, las albóndigas, los boquerones, los pimientos rellenos, el atún a la media sal, el bacalao rebozado o el chorizo diablo… Y muchas cosas más, de corte más andaluz, como las puntillas de calamar, las patas de calamar, los boquerones fritos, el cazón en adobo, los langostinos al ajillo, las tempuras, el salmorejo y los gazpachos.

El jamón ibérico ya luce sobra la barra, apoyado sobre el cortador. Para el jueves deberán estar listas las mesas para los menús del día. “Porque también vamos a trabajar este concepto”, indica su gerente. Es decir, que en la Bodeguilla Gutiérrez habrá también cocina de mesa y mantel, como la casquería, que estará muy presente también en la barra, así como los arroces caldosos, propuestas de pasta como las lasañas, pollo y conejo al ajillo, cochinillo al horno, rabo de ternera, flamenquines… y la que será carta de presentación de esta casa “totalmente renovada”, los huevos rotos.

Huevos rotos

Reforma en una casa que no ha cambiado su estructura. Sigue recordando a la Bodeguilla Gutiérrez original. Una cocina más equipada, una barra principal más completa… una actualización para dar salia a esta amplia propuesta gastronómica que contará con otra especialidad, los huevos rotos. “Los hacemos de una manera muy especial, y recomiendo a los que nos visiten a partir del jueves que prueben los huevos rotos con gambas al ajillo”, apunta Cristian Soto, un hostelero recién llegado a un barrio de toda la vida que se toma las riendas de una bodeguilla de grato recuerdo para los logroñeses.

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