El Rioja

Manuel Martín: “Hoy coinciden infortunios que harán la cepa más fuerte”

FOTO: JPEG Estudio.

Os reconozco la dificultad de salir este año a compartir unas palabras con la cantidad ingente de mensajes y ruido innecesario que impregnan todo lo que rodea últimamente al Rioja. Es complicado sosegar el debate cuando hay tantas personas implicadas con, a veces, intereses contrapuestos, olvidando que comparten un mismo fin y una misma pasión, que no es otra que seguir haciendo de esta región pequeña y sin playa un referente internacional en elaboración de vino de calidad; un lugar de acogida para un millón de personas que cada año vienen hasta este rincón del mundo para comer, beber, bañarse en su mar de viñedos y disfrutar de la compañía en torno a una botella. Señoras y señores del Rioja, pocas cosas mejores que estas se me ocurren como bandera de una tierra.

Desde NueveCuatroUno queremos demostrar que, pese a la juventud de nuestro medio (el pasado mes de abril cumplimos ocho años), ya no somos un niño malcriado, sino que vamos madurando. Y así, con esos primeros pasos desde la infancia hacia la vida adulta, evidenciar que estamos al lado de nuestra gente cuando vienen mal dadas y que sabemos ponernos serios y ofrecer nuestros hombros para empujar hasta donde sea necesario.

Presentamos el pasado martes la sexta edición de nuestro Diario de Vendimia y hoy celebramos aquí nuestros terceros premios. Por un lado, una revista que se ha convertido en referencia y que alcanza ya las 220 páginas, 88 más que el primer número, publicado en 2018, lo que subraya el compromiso de NueveCuatroUno con una actividad, la vinculada al vino, que nos define como región. Este año hemos hablado de precios bajos, cosecha en verde, sequía, tormentas, botellas que esperan en bodegas, destilación, descenso del consumo de vino a nivel mundial, líos políticos internos en el Consejo Regulador… tiempos difíciles para todos, sí, pero en NueveCuatroUno no le hemos dado la espalda al sector. Más bien, al contrario: por eso no hemos dejado de hablar tampoco de proyectos de éxito, de sostenibilidad, de enoturismo, de campañas de promoción, y del gran esfuerzo y trabajo de los más de 14.000 viticultores y más de 600 bodegas que sustenta esta Denominación. Más personas, más historias, más vinos, más viñas… más de todo, en definitiva, con un mismo espíritu: reflejar la diversidad y calidad de nuestros vinos y las historias de quienes los hacen posibles.

No podemos dejar de reconocer también el apoyo inquebrantable de nuestros patrocinadores y anunciantes, cuyo compromiso y generosidad hacen posible que podamos contar el día a día del Rioja, imprimir nuestra revista y celebrar esta, cada vez, más grande reunión. Ellos no solo respaldan también la difusión y promoción del vino de Rioja, sino que impulsan el crecimiento y la excelencia de la industria vinícola en su conjunto. Y, permitidme un pequeño paréntesis en esta audiencia pública para destacar el fenomenal trabajo de todo el equipo de NueveCuatroUno: mi tocayo Manuel, Jorge, Dani Ortiz, Chus, Leire, Lara, María, Sergio, Dani García, José Manuel, Diana, Begoña, Javier, Fernando… todos ellos son los que cada día están al otro lado de vuestras pantallas para intentar contar La Rioja y el Rioja con talento, pasión, honestidad, tranquilidad y buena letra.

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Las colinas ondulantes y el clima excepcional de la región han moldeado la esencia misma de nuestros vinos, dotándolos de una identidad única y un carácter singular que los distingue en el panorama vinícola mundial. Rioja se eleva como un faro de excelencia, destacando por su compromiso inquebrantable con la calidad, la autenticidad y la innovación. Detrás de cada botella de vino se encuentra una narrativa de generaciones de viticultores y enólogos, cuyas manos han acariciado y cuidado cada vid, cada uva, con un respeto reverencial por la tierra que los ha nutrido.

En NueveCuatroUno intentamos aportar nuestro granito de arena (no sé si arcillo calcáreo o arcillo ferroso) a esta causa. Sobre todo, de la mano de nuestra enviada especial a pie de viña, Leire Díez. Como trabajando en un medio regional no podemos ser corresponsales de guerra, aunque algunas veces el sector pueda parecerlo -y ya paro con los tirones de oreja- hemos recorrido durante meses los diversos y singulares caminos del rioja para plasmar la autenticidad de un terruño, la identidad de un pueblo, la tradición de unos abuelos, el valor de lo próximo y el querer llevar a lo más alto la riqueza vitícola de ese territorio.

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Hoy coinciden sinfín de infortunios que aprietan y retuercen la cepa de Rioja, pero que no la ahogan sino que la hacen más fuerte. Confiamos en que será cuestión de tiempo, de trabajo y de responsabilidad que la situación se estabilice. Como comentaba anteriormente, tenemos el conocimiento, el talento y la pasión en las señoras y los señores del Rioja. El sudor y las lágrimas lo damos por descontado. Sólo falta seguir hacia delante entre todos, confiando en que juntos somos imparables.

Que nunca se nos olvide que detrás de cada etiqueta de Rioja se encuentra una historia de pasión, dedicación y orgullo por una tierra que ha dado frutos de excepcional calidad, y que cada vez que levantamos una copa brindamos por la memoria de aquellos que han trabajado incansablemente para conseguirlo.Que el legado de Rioja continúe fluyendo como el vino mismo, enriqueciendo nuestras vidas con su sabor, su historia y su eterno encanto. Si miramos hacia el futuro con la misma pasión y determinación que han impulsado a generaciones anteriores, tendremos la certeza de que el vino de Rioja seguirá siendo un emblema de excelencia y distinción, llevando consigo la riqueza de una tierra que ha sido bendecida con una historia enraizada en el amor por la viticultura.

Si alguna vez necesitáis recordar el sabor de la vida, un consejo desde atril: abrid una botella de Rioja y que la magia fluya. Muchas gracias.

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