Las aguas no discurren serenas por el cauce de Rioja, pero también es una realidad que no lo hacen las aguas de muchas otras denominaciones del panorama nacional e internacional. “La crisis en los vinos tintos tiene carácter mundial”, incide el presidente del Consejo Regulador de la DOCa, Fernando Ezquerro, y es que las tendencias de consumo están cambiando a pasos agigantados. Y más allá de la crisis de existencias que atraviesa esta región, uno de los principales problemas, insiste, es que “el 90 por ciento de la información negativa que se publica sobre Rioja la genera la propia denominación”.
Unas declaraciones que Ezquerro ha realizado durante un encuentro informativo celebrado este viernes en las instalaciones del Consejo Regulador junto al director general, José Luis Lapuente, para tratar de explicar en profundidad la situación que vive Rioja. En este sentido, Lapuente ha recalcado que “Rioja no está en la mayor crisis de su historia, como se dice por ahí, aunque el momento sí es complicado”, por lo que ambos inciden en que determinadas declaraciones ante la opinión pública desprestigian la imagen y prestigio de la marca Rioja, especialmente dentro de la denominación.
De igual forma, el presidente ha pedido que que sea el sector quien “tome sus propias decisiones, sin injerencias políticas”, refiriéndose a algunas de las declaraciones por parte del diputado general de Álava, Ramiro González. “Han de ser nuestros políticos de las tres comunidades autónomas quienes nos ayuden a hacer mejor esta región y a trasladar sus virtudes”.
Durante la charla también se ha abordado la reciente salida de la Asociación de Bodegas Familiares de Rioja de las mesas de gestión de la DOCa como una muestra de su desacuerdo con la gestión que se lleva a cabo en el Pleno del Consejo Regulador. Una asociación que cuenta con 214 bodegas con registro embotellador, aunque de ellas 201 comercializan vino, y cuya representatividad en la rama comercializadora para tomar las decisiones de Rioja es del 4 por ciento. “Pero fue esta asociación y el resto que componen Rioja las que en 2004 votaron a favor de que las decisiones se tomaran por peso económico. Si ahora se quieren modificar los estatutos para que eso cambie deberán ser las mismas asociaciones quienes se pongan de acuerdo en ello, pero está claro que para que alguien gane representatividad, otro ha de perderla. Somos de las pocas denominaciones cuyo modelo admite asociaciones con un mínimo del 1 por ciento de representatividad y eso dice mucho porque aquí queremos a todos, pero ahora se quejan de algo que ellos defendieron en su día. Aquí las cosas no se cambian con portazos, sino con diálogo”, incide Ezquerro.
En este aspecto, el presidente recuerda que existe una comisión de estudio ante una posible renovación de los estatutos y de revisión de la representatividad con la mirada puesta en las próximas elecciones, en 2025, a la Interprofesional y el Pleno del Consejo Regulador.
El prescriptor británico Tim Atkin ya reflejó su opinión acerca de esta circunstancia que, si se unía a la salida de ABRA, impulsora de ‘Viñedos de Álava’, también de los órganos de gestión de Rioja, “tendrían que cambiar las cosas en el Consejo Regulador”. Declaraciones a las que Ezquerro responde: “Este sector lo compone mucha más gente y aún así, si lo que se busca es diferenciación, creo que aquí desde 2017 hay libertad para contar lo que se quiera en la etiqueta. Creo que no hay otra Denominación de Origen en España con tanta libertad para contar tu relato, siempre que sea cierto claro. Además, respecto al tema de Viñedos de Álava, hasta que no haya una decisión judicial, esta no existe ni ha existido tampoco esta vendimia”.
Y ahonda en las cifras: en 2022 fueron 101 bodegas de Rioja Alavesa las que vendieron sus vinos bajo la distinción de subzona, marcando su pertenencia a dicha comarca, es decir, el 50 por ciento de las bodegas que comercializan. Además, 33 lo hicieron con la distinción de Vino de Municipio. “Así que igual estas bodegas que plantean abandonar la denominación buscan otro tipo de diferenciación, pero la mayoría quiere seguir vendiendo con Rioja. Por otro lado, y en cuanto al potencial productivo, en Rioja Alavesa se ha incrementado la superficie de viñedo en un 48,14 por ciento entre 1985 y 2016 por iniciativa de sus productores. A partir de entonces y hasta la actualidad, ha crecido en un 0,44 por ciento. Es decir, en los últimos años se ha apostado por restringir ese crecimiento, pero antes también apostaron por crecer en masa vegetal”.
