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Comercio de antaño con visión de futuro

Es difícil no conocer a Maru Pérez Gaona en Calahorra. Este torbellino de mujer, que está casi siempre de un lado para otro, es fija en el carnaval calagurritano y fue una de las impulsoras de la creación de mascarillas cuando no había donde hacerse con una. Habitual colaboradora de diferentes asociaciones, siempre participando en los actos que se organizan en la ciudad, ahora ha dado rienda suelta, de nuevo, a su espíritu emprendedor.

Amante de la costura y de las labores, ya hace años que Maru puso en marcha un negocio relacionado con ellas. Tuvo que cerrarlo por enfermedad, luego se volcó en la crianza de sus hijas y ahora retoma el proyecto con un enfoque distinto al habitual. Su nuevo establecimiento en la calle Cavas no sólo se dedicará a vender lanas, hilos y telas sino que quiere ir un paso más allá.

En un momento en el que parece que el comercio de cercanía está en crisis, Maru ha decidido dar el salto. “Cuando me enteré de que la antigua propietaria de la tienda lo iba a dejar lo comenté en casa y mi marido me animó a retomar la idea de tener mi propio negocio, la verdad es que no me lo pensé mucho y nos pusimos manos a la obra”.

Con el objetivo de abrirlo en noviembre y envuelta estos días en acondicionarlo, allí la idea es que el establecimiento le sirva también para también para poder llevar a cabo los arreglos que hasta ahora hacía desde su domicilio. “Hay mucha gente joven que no sabe coser ni un botón y que necesitan un lugar en el que arreglar su ropa”.

Por un lado cuenta con un sector que conoce bien las labores y que será cliente habitual con las compras para sus creaciones mientras que por otro cuenta con aquellos que necesitan de alguien de sus conocimientos para poder arreglar la ropa que se va estropeando con el paso del tiempo. En su taller ahora tiene varios vestidos. “Unos están para ensanchar, otros para encoger, otros para ponerles dobladillo…” cuenta mientras tira de máquina de coser arreglando la entrepierna de unos pantalones.

Pero la idea es abarcar mucho más. Aunque Maru ya ofrece cursos en el Dean Palacios de costura la intención es poder tener más oferta en su propio establecimiento. “La idea es que no sólo los pueda ofrecer yo sino que el taller de la tienda sirva para que muchas personas que saben hacer distintas labores puedan juntarse para enseñar a otras que están interesadas, desde asociaciones hasta personas particulares”.

Un comercio de los de siempre con una visión que abarca una nueva forma de trabajar que no sólo está enfocada a la venta de productos sino también a la formación y a solucionar el problema que muchas familias tienen cuando ya nadie sabe cómo arreglar su ropa.

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