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El acto institucional del Pisado de la Uva, en imágenes

La suerte de que el tiempo acompañase con sol y con temperaturas agradables no podía durar tanto y Logroño se levantaba este jueves ‘meón’ desde primera hora de la mañana. Las previsiones de la Aemet eran claras y por eso el Gobierno regional había decidido trasladar el acto más institucional de la semana matea a IES Sagasta, un lugar a refugio de la lluvia que perdía, en cierta manera, el carácter popular ya que sólo los invitados al evento tuvieron posibilidad de entrar en el recién reformado instituto.

Han sido sólo unas 500 personas las que han podido acceder a otro de los patios interiores del Sagasta que estaba reservado para el resto de invitados pero que se ha abierto al público general hasta completar el aforo. Muchos de ellos llevaban un buen rato esperando en una de las puertas laterales del instituto. En total unas 1.100 personas han visto en directo el acto, entre uno y otro patio.

Pocas más novedades en un acto en el que el sol no ha brillado pero lo han hecho sus protagonistas. Los miembros del Grupo de Danzas de Logroño y de otras zonas de La Rioja, los representantes de las cabeceras de comarca, los niños de la ciudad y los Vendimiadores han sido los que han ido, poco a poco, llenando la cuba de uva para que después Antonio Tablina y Diego Muñoz, nietos de los hermanos Urdiales, hayan procedido a pisarlas para convertirlas en mosto. Mientras, otra de las novedades de la jornada: la interpretación de dos jotas a cargo de las alumnas de la Escuela de Jotas de La Rioja.

El presidente riojano, Gonzalo Capellán, ha sido el encargado de abrir el grifo de la cuba para extraer, junto a los Vendimiadores, el primer mosto y ofrecérselo, frente al Obispo de la Diócesis, Monseñor Santos Montoya, a la patrona de los riojanos, la Virgen de Valvanera.

Ese ha sido el momento que ha dado paso al discurso de Gonzalo Capellán. Siete folios llenos de metáforas y citas literarias en el que ha interpelado a la igualdad de todos los españoles.

Después las jotas han vuelto a sonar y los bailes han vuelto a ser los verdaderos protagonistas del acto con el cachiberrio poniendo el punto final, un año más sin emborrachar a nadie, pero dejando en el aire sus vivas: a la Virgen, a San Mateo, a Logroño, a La Rioja y a España.

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