Agricultura

Los graneros riojanos cierran campaña con un 50 por ciento menos de producción

Los graneros riojanos cierran la campaña con un 50 por ciento menos de producción

La cosecha del cereal despidió hace ya varias semanas la que ha sido una campaña heterogénea marcada por las tormentas de granizo de principios de junio y julio y la prolongada sequía que ha mermado considerablemente la producción recogida este año. Los graneros riojanos calculan que esa reducción puede rondar el treinta por ciento respecto a lo cosechado el año pasado y hasta el cincuenta por ciento comparado con lo que es habitual recoger un año habitual.

Lo afirma Pepe Moneo desde la Cooperativa Garu de Santo Domingo de la Calzada, remarcando que, “si las previsiones para este año eran malas, el resultado de la cosecha ha sido ese o incluso peor”. El gerente calcula que han recogido unas 60.000 toneladas de cereal, entre trigo y cebada, mientras que hace dos años superaron las cien mil.

“Comenzamos un 20 de junio y hasta principios de agosto no acabamos de cosechar, porque entre las lluvias que interrumpieron la tarea y la falta de máquinas, la campaña ha estado un poco interrumpida”, explica. Una cosecha larga que ha dejado un peso específico normal respecto a otros años, pero con algunas partidas malas ante la proliferación de las malas hierbas por esas lluvias de verano.

Pero en la cooperativa todavía no ha terminado el trabajo: ahora están en plena recogida de la alubia, la segunda cosecha de este cultivo en aquellas fincas que antes estuvieron sembradas de guisantes. “En este caso, también se están viendo diferencias entre aquellas parcelas que han contado con más o menos riego y con las que se sembraron antes. Lo que está claro es que ha sido un mal año para todos los sembrados en general, por lo que solo queda confiar en que el otoño e invierno traigan agua al campo y se pueda sembrar sin problemas”.

Ya el año pasado fuera muchas las hectáreas de colza las que se levantaron en La Rioja Alta ante la falta de agua en el momento de la siembra, lo que redujo notablemente la producción, además de que la superficie sembrada fue menor. “El año pasado la cooperativa cogió 5.500 toneladas y esta campaña, apenas 2.500”.

“Ni se vende ni se compra”

A pesar de haber sacado una cosecha reducida tanto a nivel regional como nacional, los precios siguen en caída libre contra toda esperanza de los cerealistas. Las causas son diversas, pero principalmente se debe a la importación de grano desde Sudamérica y Europa, donde la campaña ha sido buena, pero también a la situación de incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, que continúa latente.

“Últimamente no está habiendo movimientos, ni se compra ni se vende, por lo que es difícil determinar el precio concreto al que están ahora los cereales. Aproximadamente, el trigo se cotiza a 240 euros la tonelada y la cebada, a unos 222, pero todo dependerá de los mercados internacionales que son los que ponen los precios y este año habrá que importa mucho cereal porque en España no hay”, indica Moneo.

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