La Rioja

Cuatro décadas en El Rasillo: “Empezamos en una caja de un camión”

Piru Sáenz-Torre recuerda los primeros años del Club Náutico de El Rasillo y mira al futuro con optimismo

Piru Sáenz-Torre está estos días desempolvando el baúl de los recuerdos. El Club Nautico de El Rasillo sopla 40 velas. Cuatro décadas desde que las primeras tablas de windsurf comenzaron a aparecer por el embalse González Lacasa. Mucho trabajo durante casi medio siglo que han permitido convertir al club en un paraíso acuático y natural que ya es etiquetado por todos como ‘la playa de La Rioja’.

Todo comenzó con la necesidad de Piru de encontrar una alternativa veraniega a su trabajo en las pistas de esquí durante el invierno. “En esa época había un boom de escuelas de windsurf, había en Pamplona y en Vitoria y pensé que con los recuerdos que había en El Rasillo también podíamos crear una”, recuerda de aquellos primeros años.

“Hace el curso en Vitoria y trajimos una docena de tablas”, ese fue el germen de lo que hoy es el Club Naútico. “Recuerdo que hablé con Carlos Elías que entonces era el alcalde de El Rasillo y nos dejó un local en lo que ahora es el albergue juvenil que entonces era donde tenían al toro semental”.

Al año siguiente cogieron una caja de camión “y la colocamos donde está ahora el club y metíamos allí las zodiacales de costado, luego llegaron las adjudicaciones para el club náutico y todo empezó a crecer gracias a José María Miguel, que entonces era presidente de La Rioja y veraneaba en Nieva y creyó en el proyecto”.

No empezaron con mal pie. “Esos primeros años venía ya mucha gente de Zaragoza, de Burgos, de Pamplona… teníamos un ambiente de regatas muy bueno, las hacíamos cada dos por tres”, recuerda.

El paso de los años ha dado al entorno una importancia casi insólita a la zona. “Tener algo así en esta zona es muy importante para todos los municipios cercanos, la navegación casi ya es lo de menos y el entorno se ha convertido en una zona que da vía al valle. “Se ha trabajado mucho en accesibilidad, en el tema de la restauración, incluso ya tenemos chiringuito”, cuenta de la aventura que comenzó hace cuarenta años.

El verano es la mejor estación para el club. “Con el tema de los campamentos de verano estamos teniendo desde hace años una acogida impresionante, desde los que vienen de Ezcaray todos los años hasta los de Munilla que se acercan siempre por aquí algún día del verano”.

Para Piru, “es todo un orgullo ver lo que hemos conseguido en estos años, hemos demostrado las posibilidades que había en el territorio”, asegura. Pero aún queda mucho por hacer. “La clave de todo está en que la gente se lo crea”, asegura reconociendo que hay aún alcaldes reticentes a seguir ampliando los servicios que se prestan en toda la zona. “La Rioja es un lugar excepcional porque tenemos muchos recursos en muy pocos kilómetros”.

Todo pasa por la desestacionalización. “Hay que conseguir que la temporada se alargue más, con la moda de las bicis de montaña podría hacerse un centro BTT o cualquier otra iniciativa que venga tanto de las administraciones como de empresas privadas, el reto es aunar esfuerzos para convertir a la zona en un referente todo el año”.

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