Las intuiciones de Yolanda Castillo sobre que alguien más tenía que haber colaborado con el primer detenido en el asesinato de su padre se han disipado en la tarde de este viernes cuando la Guardia Civil ha detenido a más personas implicadas en el caso.
La hija del dueño del restaurante de Cuzcurrita no ha dejado de rondar los juzgados de Haro durante toda la jornada. “He podido ver al de los tatuajes y un trajín raro a lo largo de toda la mañana”. Poco después se enteraba de que tres personas más eran detenidas por el asesinato de Guillermo.
“Que sólo fuese una persona no cuadraba”, repetía con insistencia. “Pero que hayan sido tantos también me choca porque tanta gente en un pueblo tan pequeño llaman la atención”.
Así sigue hecha un mar de dudas hasta que la Guardia Civil confirme que es lo que sucedió aquel trágico 2 de mayo. “Tiene que haber alguien conocido entre los detenidos”, intuye. Sus sospechas tienen sentido para ella. “Es probable que más de uno diesen la información y luego otros ejecutasen el asesinato y que el primer detenido haya confesado quiénes eran”.
Sigue convencida que el primer detenido no pudo ejecutar el asesinato solo. “¿Cómo llegó a Cuzcurrita? ¿Quién le habló a una persona que no es habitual de la zona de mi padre? ¿Cómo pasa alguien de cometer delitos menores a asesinar a alguien?”, se sigue preguntando.
La realidad es que son ya, al menos tres, las personas detenidas en relación con el crimen de Cuzcurrita y Yolanda, que sigue confiando en las actuaciones de la Guardia Civil, se pregunta en qué momento va a terminar todo. “De momento no me pienso mover de los juzgados, necesito saber quiénes son y por qué lo han hecho”.
Mientras espera intentar rehacer su vida. “Queremos poder despedirlo y enterrarlo y luego volver al negocio familiar que es lo que a él le gustaría”.
