Juan Antonio Pérez Martínez tenía 27 años cuando fue asesinado en el campo de Gusen, en Mauthausen (Austria). Vecino de Peñaloscintos, la aldea perteneciente al municipio de Ortigosa en Cameros, combatió con el bando republicano y, tras perder la Guerra Civil, su juventud se truncó para siempre. Cruzó a Francia en compañía de miles de catalanes camino a los campos de refugiados, pero cuando Hitler invadió el país galo “tuvo vía libre para hacer con esos españoles lo que quiso, derivando a la mayoría a los campos de concentración donde fueron asesinados”.
Así lo relata Lola, la sobrina de Juan Antonio, al referirse a los hechos que pusieron fin a la vida de su tío y derivaron en una lastra para toda la familia desde aquel momento. Los vecinos del que un día fue su pueblo le han rendido este sábado un emotivo homenaje en el que el Ayuntamiento de Ortigosa ha puesto su nombre al parque de Peñaloscintos.
Además, se ha colocado una piedra conmemorativa en la calle de la casa donde nació. Esta especie de placas, denominadas ‘stolperstein’, son obra del artista Gunter Demnig dentro de su proyecto en memoria del Holocausto, colocadas en calles y aceras para honrar la memoria de las víctimas del régimen de la Alemania nazi.
“Este reconocimiento singnifica mucho para la familia porque es una manera de restituir la memoria de una persona que había sido olvidada, reconociendo a la vez una injusticia a nivel mundial”, asegura Lola, agradeciendo a todos los vecinos y familiares implicados en este sentido homenaje.
Después de 80 años, la sobrina del que fuera el mayor de cinco agradece que “por fin haya llegado el momento de este reconocimiento”, aunque lamenta que el resto de los hermanos de José Antonio ya no puedan verlo. “Espero que esta no sea la última que se coloca en memoria de todos los que fueron asesinados por los nazis y sufrieron el horror”.
