Sucesos

El chófer del autobús de Jiménez apedreado en plena ruta relata la emboscada

“Los pasajeros no paraban de hablar de qué había pasado, si habíamos chocado con un jabalí o qué”. Es uno de los recuerdos que tardará en olvidar Chemi Atienza, que en la madrugada del domingo estaba al volante del autobús de la compañía riojana Jiménez que fue emboscado y apedreado a su paso por Cintruénigo.

En declaraciones al diario Noticias de Navarra, el conductor explica que el incidente “duró muy poco, pero podría haber pasado cualquier cosa”. A las cuatro y cuarto de la madrugada, en el tercer trayecto de la ruta ‘Voy y vengo’ entre Fitero y Corella, “vi unos conos en la carretera y lo primero que pensé es que sería un control de la policía, pero me pareció raro”.

Al darse cuenta de que “algo no funcionaba bien”, optó por acelerar la marcha del vehículo y pasar por encima de los conos que le cortaban el paso. “En los segundos que me ha costado acelerar tras haber frenado un poco es cuando nos han tirado las piedras”, que destrozaron las lunas laterales del autobús y, por suerte, no produjeron heridos.

El saldo del ataque pudo haber sido bien distinto, porque en el autobús “llevaba a unas 45 o 50 personas, la mayoría menores”, que “no paraban de hablar de qué había pasado”. “Paré el autobús, les expliqué todo y llegamos a Corella, donde estaba esperando la Policía. Los chavales se portaron muy bien”, subraya el chófer.

La policía trata de identificar a los autores de la emboscada, mientras el conductor y su pasaje trata aún de recuperarse del susto: “Espero que averigüen quién lo ha hecho, porque si era una gamberrada, no tiene ninguna gracia”.

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