El Rioja

El envero cubre la Denominación en una campaña cargada de uva

Las viñas de Rioja avanzan entre el pleno envero y las uvas que comienzan a ganar azúcares

Los análisis químicos con los técnicos a pie de campo ya han comenzado en tierras de Aldeanueva de Ebro. Allí, las viñas han alcanzado prácticamente el pleno envero y los azúcares van ganando protagonismo en las bayas de tempranillo tinto. Más retrasadas van esas garnachas, con un 30 por ciento de envero. Variedades que pronosticaban un cierto adelanto de madurez respecto al año pasado, pero que en las últimas semanas se ha igualado gracias al fresco de las noches.

La Cooperativa Viñedos de Aldeanueva confía en arrancar las máquinas vendimiadoras en torno al 10 de agosto, haciendo coincidir así con el calendario de campaña de 2022. “El ciclo viene muy similar al del año anterior y el tempranillo blanco estará listo en las próximas semanas. Seguido, llegará la viura y a finales de agosto es probable que comencemos con las primeras tintas”, apunta el gerente, Abel Torres.

Buenas sensaciones gracias a esas temperaturas que están lejos de ser extremas y que han propiciado que “la madurez alcohólica no se acelere tanto y la uva no pierda todo ese agua, por lo que la maduración fenólica también va a ser muy buena”. Por no hablar de la sanidad. Los episodios de granizo que se vivieron semanas atrás apenas dejaron daños y las heridas pronto cicatrizaron. “En algunos racimos es que ni se nota que cayó piedra”.

La 2023 añada viene cargada de uva en gran parte de la denominación, con numerosas parcelas que estos días sufren un aclareo de racimos por iniciativa propia del viticultor para conseguir una mejor maduración y a sabiendas también que toda esa uva no podrá entrar en bodega con la limitación de rendimientos fijada para esta campaña. Lo sabe también Javier, técnico en la Cooperativa Señorío de Valbornedo, quien opina que “hay uva en el campo y, a día de hoy, es posible que se quede alguna parcela sin recoger”.

Por estas zonas de Rioja Alta apenas rozarán el 50 por ciento de envero, con algunos granos pintados y otros aún verdes, pero el panorama es optimista. “Aquí si ha granizado en dos ocasiones, pero la última caída hace un par de semanas hizo bastante más daño en la zona próximas a Logroño. Está claro que se va a perder producción, pero como llegó sin el envero iniciado los efectos no han sido tan graves”, explica, siendo optimista en cuanto al desarrollo del ciclo. “Parece que vamos en fechas del año pasado, pero aún es pronto para decir algo porque quedan por delante dos meses hasta que comencemos a vendimiar”.

Subir