Cultura y Sociedad

Pepe Viyuela y su hijo Samuel, juntos en ‘Las Nubes’

Las complicadas relaciones entre padres e hijos, de las que ya se hizo eco el griego Aristófanes hace más de veinticuatro siglos en su comedia ‘Las Nubes’, protagonizan el Festival de Teatro Clásico de Mérida de la mano, precisamente, de un padre e hijo en la vida real, los actores Pepe y Samuel Viyuela. Una obra que aterrizará en septiembre en el Teatro Bretón de los Herreros.

A este eterna cuestión se suma otra como aderezo: la difícil y complicada situación de los empresarios y programadores de las artes escénicas, encarnada en el papel que Paco Mir, director de la obra y responsable de la adaptación del texto griego, le ha dado a Mariano Peña.

Todos ellos, junto al resto de reparto, como Cristina Almazán, Manuel Monteagudo, Mocho Sánchez-Diezma, Paqui Montoya y Amparo Marín, así como el director del festival, Jesús Cimarro, han estado este lunes en la rueda de prensa de presentación de este espectáculo, que estará en el Teatro Romano hasta el domingo 30 de julio.

El texto original de “Las Nubes” es una crítica contra la tiranía de los hijos y contra quienes a través de la palabrería pretenden modelar la sociedad. Sin embargo, Paco Mir, sin deshacer el ovillo temático, la ha cincelado a su gusto.

Recortes de tiempo, más feminidad, cambios de nombres en los personajes, un guiño al propio teatro emeritense y algo de musical son algunas de las pinceladas del actor y director catalán. “Es una gran gamberrada a una obra que ya es gamberra”, ha dicho Mir en alusión a su trabajo.

Estrepsíades (el riojano Pepe Viyuela) es un padre sinvergüenza arruinado como consecuencia de las deudas del holgazán de su hijo, Hipocomiso (Samuel Viyuela). Ambos aprenderán algo de retórica, entendida como una manera de decirle a sus acreedores que las cosas no son como se ven y que, realmente, no hay deuda alguna.

Es, por tanto, una crítica también al dudoso valor de la palabra vacía, “la mentira, la manipulación y la charlatanería, muy presentes en publicidad y política”, ha apuntado Pepe Viyuela, todo un veterano de este festival con ya ocho obras en sus currículum emeritense.

Mir ha introducido un segundo escenario temático: la inauguración del teatro Romano de Mérida promovida por el cónsul Marco Vipsiano Agripa. Un planteamiento de “teatro dentro del teatro, de una obra dentro de una obra”, con la que el director ironiza sobre una profesión en la que “las cosas siguen igual” después de muchos siglos.

Con motivo de dicha inauguración, la responsable de la misma (Cristina Almazán) se dejará embaucar por el programador teatral “Ultimátum”, encarnado en Paco Peña, para que la obra de apertura sea griega, siempre bajo la atenta mirada de un arquitecto que ha hecho lo que le ha dado la gana, “Calatravium”, papel que recae en Moncho Sánchez-Diezma.

Lógicamente, y de ahí el título de la obra, aparecerán las nubes, papeles que ha feminizado Paco Mir y que representan las buenas y malas argumentaciones a
las decisiones (Paqui Montoya y Amparo Marín). “La sonrisa está garantizada”, ha afirmado Peña, quien se ha deshecho en elogios hacia Mérida como “templo del arte”.

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